diumenge, 15 d’agost del 2010

Siempre aquí

Título: Siempre aquí
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Personajes: Inoo Kei, Arioka Daiki & Takaki Yuya
Pareja: InooDai
Género: Fluff
Tipo: One-shot
Sumario: Daiki está harto de que le rompan el corazón y decide no enamorarse otra vez, ¿qué pasará cuando se de cuenta de que lo que había estado buscando estuvo siempre a su lado?

NA: Mmm... No me gusta mucho el final de este, pero sólo tenía diez minutos y como con "Empezar de Nuevo" parece que necesito al menos media hora hasta que me sale algo coerente... decidí continuar algo que tuviera empezado, de ahí que lo acabara en el poco tiempo que me quedaba(a partir de la primera parte) porque tenía que irme a cenar a casa de mi tía y mi hermana empezaba a chincharme (no la soporto) con que íbamos a llegar tarde.

El menor le había llamado ese día por enésima vez en lo que llevaban de año, otra vez le tocaba a él consolarle cuando otra persona le había roto el corazón.
Esa rutina empezaba a cansarle. Desde que Dai-chan había descubierto el amor, hacía un par de años, había estado enamorándose y desenamorándose con la facilidad con la que se cambiaba de ropa. Llevaba todo ese tiempo intentando encontrar a su persona ideal, llorándole las penas en el hombro a Inoo cuando las cosas iban mal.
Las llamadas y mensajes del estilo de: “Esta vez estoy seguro de que es ella” “No voy a dejarle escapar, voy a llamarte para más información” o “Inoo-chan~ Me he enamorado de un chico, ¿qué debo hacer?”; eran frecuentes y cada vez le irritaban más. Se veía obligado a decir: “Buena suerte” “Espero tu informe” o “Primero de todo, tranquilízate, no creo que suponga un problema” cada vez más a menudo y su corazón sufría las consecuencias porque lo único que realmente quería decir era: “Te amo”
Otra vez estaba de pie frente a la puerta de la casa de su amigo. Sus padres, para variar, no estaban y él tenía que cargar con todas las penas del menor. Llamó al timbre e inmediatamente la puerta se abrió y un Dai-chan con los ojos llorosos se lanzó a sus brazos.
Envolviéndole también con los brazos intentando consolarle, Kei entró en la casa, arrastrando al pequeño, y cerró la puerta.

Sentados en el sofá, poco después, y con una taza de chocolate caliente que Inoo se había apañado para hacer en menos de diez minutos en las manos, el mayor seguía intentando calmar un poco al otro.
Cuando Dai-chan dejó de sollozar, Kei suspiró, pensando en que esta vez había sido peor de lo usual. El pequeño, pero, malinterpretó el suspiro y, creyendo que su amigo estaba ya harto de él y de sus problemas amorosos (cosa que en parte era cierta), le dijo:
-Lo siento, Inoo-chan…
-No digas tonterías, Daiki, ¿qué ha sido esta vez?
El menor se lo contó todo. Le contó como había entrado en el piso de su novio, Takaki, y le había encontrado besando a un chico menor que él; como le había pedido explicaciones y el mayor le había dicho que llevaba saliendo con el pequeño dos años y que él, Daiki, había sido el otro. Cuando había oído eso, Dai-chan había salido corriendo hacia su casa y se había encerrado en su habitación, llamando a Inoo tan pronto cerró la puerta.

Después de explicar lo que había hecho que se pusiera triste, Daiki adoptó una expresión seria y dijo:
-¡Voy a olvidarme del amor! Prefiero en chocolate…–eso era nuevo y el mayor sonrió, pensando que puede que esta vez su amigo lo dijera en serio. Normalmente Daiki proclamaba que no iba a volver a enamorarse pero nunca había hecho una comparación tan sorpresiva, teniendo en cuenta que el chocolate no era su dulce favorito, aunque su snack favorito sí llevaba chocolate.
Aún sonriendo, Inoo se levantó del sofá y fue a buscar su chaqueta.
-¿Te vas? -le preguntó Daiki, su voz teñida de decepción.
-Nop… -sacando algo del abrigo, que después dejó tirado en el suelo, le dijo al menor-. Toma.
Viendo lo que su amigo le alargaba, los ojos de Dai-chan empezaron a brillar, esta vez de emoción y no a causa de las lágrimas.
Pocky! -exclamó el pequeño-. ¡Te quiero, Kei-chan!
-¿No habías dicho que ibas a olvidarte del amor?
-Esto es distinto -afirmó el menor con la boca llena de snack.
La sonrisa de su amigo se ensanchó a la vez que Daiki se acurrucaba más a su lado al sofá, fuera había empezado a llover.

Media hora más tarde, Inoo ya había decidido aceptar la invitación que el menor le hizo para quedarse a dormir y ambos estaban acomodados en el sofá, el mayor sentado y Daiki con la cabeza apoyada en su regazo.
El sueño empezaba a invadirlos a ambos, cansados, uno por las horas pasadas en clase haciendo caso de los profesores y el otro por haber llorado tanto, hasta que Dai-chan rompió el cálido silencio que se había instaurado entre ambos.
-Kei-chan…
-¿Hm? -fue la respuesta del mayor.
-Ahora ya sé qué es lo que he estado buscando todo este tiempo.
Inoo se sorprendió de que Daiki recordara la pregunta que una vez le había hecho, (“¿Qué se supone que buscas en todos esos amores?”) cansado de tener que aguantarle siempre cuando las cosas iban mal, pero no dijo nada y esperó a que el otro acabara.
Las mejillas del menor se tiñeron de rojo cuando, casi susurrando, dijo:
-Siempre has estado aquí.

5 comentaris:

  1. ;OOOOOOOOOO; Yo... amo el InooDai♥ XD
    te podrías dar cuenta lol XD
    y este fue realmente conmovedor,
    así de simple ;w; hermoso♥
    ¿Podría subirlo a mi blog de InooDai?
    En verdad me encantaría <3

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  2. Claro que puedes ♥ !!
    sería un honor ^^
    *reverencia*
    PD: No me tomes muy en cuenta... necesito dormir pero ya... xD

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  3. MUCHAS GRACIAS *O*
    Por personas como tu que escriben,
    sigo viva XD♥

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  4. aw!! q lindoo!! me encantoo!!!!!!!!
    super tierna la historiaa!!!
    escribes muy bien, me llenas de sentimientos jeje

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