dilluns, 30 de juliol del 2012

Present

Título: Present
Pareja: Takayama
Género: UA, Romance
Tipo: Drabble
Palabras: 844

NA: Este fic es el premio para Kaen-chan, por adivinar que los Jrs a quine dibujé fueron Kyomo-chan y Juri :)


Se encontraba en una tienda de cosas para parejas, buscando un regalo para su querido Yama-chan. Alguien le había dicho una vez que con el primer sueldo que recibiese tenía que comprar algo para sus padres, para agradecerles todo lo que habían hecho por él hasta entonces, y algo para la persona a quien más quisiera, con el fin de demostrar lo mucho que realmente le importaba. El día anterior había cobrado por primera vez y ahora, en su día libre, había salido a buscar esos regalos.
El presente para su madre había sido fácil, un CD de ese cantante de Enka que siempre se ponía para limpiar. El de su padre, igualmente sencillo, le había comprado una maqueta de ese avión que llevaba tanto tiempo pilotando.
Pero con Yama-chan era diferente. No quería comprarle algo demasiado caro porque sabía que el menor nunca lo aceptaría, pero se negaba a conseguirle algo que el otro pudiera encontrar en cualquier lugar y que no contuviera significado alguno. Así que, al final, había decidido entrar en esta tienda de cosas para parejas que le había estado llamando la atención toda la tarde, mientras daba vueltas por el centro comercial.
Tardó más de un tres de horas en las que estuvo mirando las mismas cosas una y otra vez, pero acabó por decidirse por un par de tazas donde aparecían dos figuritas de palos unidas por el hilo rojo del destino (uno en cada taza). Intentando disimular la vergüenza que le hacía comprar justamente eso, se dirigió a la dependienta y le pidió que le envolviera una para regalo y la otra la pusiera sólo en su cajita para que no se rompiera.
Ya había pagado y salía de la tienda cuando vio a la peor persona con quien podía encontrarse en ese momento. Yamada.
- ¡Takaki-kun! –le llamó el menor, con una sonrisa en los labios.
- Ya-yama-chan… -contestó él, empezando a sonrojarse.
- ¿Qué haces aquí, Takaki-kun?
- Eh… n-nada –respondió el mayor nerviosamente, intentando esconder la bolsa donde llevaba el regalo.
- Oh… ¿Qué es eso? –preguntó Yamada, de repente contento, intentando ver lo que el más alto escondía detrás suyo.
- ¿Eh? ¿Q-qué? –falló estrepitosamente al disimular Yuya-. N-no es nada… M-me tengo que ir –declaró atropelladamente, intentando salir de la situación en la que se había metido por no ser más cuidadoso-. Nos vemos esta tarde, ¡ja ne!
El menor miró como el otro se alejaba casi corriendo y se preguntó, preocupado, qué escondía su novio, que lo ponía tan nervioso.

Habían quedado en casa del mayor para cenar, ya que su padre estaba de viaje en China y su madre había ido con unas amigas a un onsen, cosa que significaba que ambos chicos estaban solos en casa. Eso fue una suerte para Yuya, porque no se habría creído capaz de darle su regalo al menor si así no fuera, ese tipo de cosas le daban demasiada vergüenza.
Acababa de preparar la mesa cuando llegó el otro, normalmente, el menor llevaba la comida preparada de casa, ya que él era un negado para cocinar y ninguno de los dos quería que el otro acabara en el hospital por una intoxicación alimentaria. La bebida corría a cargo del mayor, pero, ya que eso sí que se le daba bien.
Exactamente a la hora acordada, Yamada llamó al timbre y el mayor se dirigió precipitadamente a la puerta a abrirle.
- ¡Konbanwa, Takaki-kun! –le saludó el otro, sonriendo ampliamente.
- K-konbanwa –respondió él. Esa expresión del menor siempre le dejaba sin palabras.
Lo invitó a pasar y se dirigió a la cocina con los tupperwares del menor. En seguida lo tuvo todo preparado y empezó a llevarlo a la mesa.
Yamada había querido llenar los vasos como hacía normalmente pero se había encontrado con que no había en la mesa. Cuando el más alto se le acercó, le preguntó donde estaban y Yuya le pidió que esperara un momento. 
En menos de un minuto había ido y volvía de la cocina con un paquete y una caja en las manos. Dejó el primero delante del menor y se sentó frente a él.
Yamada abrió el paquete curiosa y cuidadosamente. Cuando se encontró con la taza frunció en ceño de manera confusa.
- Takaki-kun… ¿esto…?
- Es un regalo –respondió el mayor, aparentando de pronto estar seguro de si mismo, lo había practicado demasiadas veces como para fallar a causa de los nervios.
El más bajito levantó la vista, sorprendido, y Yuya alzó su propia taza, mostrándole que era la pareja que le faltaba a la del menor.
Al ver esto, Yamada sonrió, su cara enrojecida, y se levantó atropelladamente para acercarse al mayor. Cuando llegó a su lado, lo envolvió en un abrazo lleno de ternura y susurró mil veces ‘gracias’ a su oído.
Takaki había pensado mucho en aquel momento pero, aún así, no estaba preparado para esto, por lo que la única manera en que pudo responder fue devolviéndole el abrazo, al tiempo que una sonrisa se expandía por su rostro.

dimarts, 24 de juliol del 2012

Odd feelings

Título: Odd feelings
Pareja: Tairi (Taiga x Juri) (?)
Género: UA, Romance
Tipo: One-shot
Palabras: 2.237
Sumario: Este documento incluye un Taiga nada parecido a Maya y un Juri celoso y posesivo, leer bajo la propia responsabilidad.
NA: Escribiendo esto me he dado cuenta de que me gusta escribir el nombre de Juri... pero mucho, es tonto lo mucho que me gusta ¬¬UUU
NA2: Este es el último de los fics-regalo para Aru-chan :) Espero que no te aburra demasiado ;)
NA3: Creo que por fin estoy recuperando la calidad de escritura... *sigh* de verdad u.u
NA4: Mención especial para  yaoisaotaku, que lo leyó primero en mi otro blog y comentó genialmente :D


El día anterior el hecho de tener la cabeza de su mejor amigo sobre su hombro mientras el otro dormía le habría parecido lo más normal y natural del mundo. Después del sueño que había tenido esa misma noche, pero, las cosas ya no le parecían tan sencillas.
Juri estuvo tentado de despertarlo, pero el mayor necesitaba todas las horas de sueño que pudiera conseguir ya que últimamente estaba muy ocupado con los preparativos del festival escolar y los profesores no dejaban de esperar que siguiera siendo el número uno. Sin embargo, pese a la capacidad del más bajito de ver la situación con objetividad, su estómago no dejaba de hacer movimientos raros y cuando miró abajo para protestar y, sin querer, vio la cara del mayor, algo en su pecho se movió por primera vez.
Hipnotizado por la tranquilidad reflejada en la cara del otro y por el lento subir y bajar de su pecho cuando respiraba, Juri no podía apartar la vista de su mejor amigo y, sin ser consciente de ello, se fue acercando lentamente a él.
Un poco más’ pensaba, ‘sólo un poco más’.
Pero ni él mismo sabía para qué faltaba un poco más ni por qué su cuerpo parecía tan ansioso por conseguirlo. Por suerte, o desgracia, suya, cuando su cara estaba tan cerca del rostro del otro que no pudiera haberse acercado más sin que se tocaran, la puerta de la azotea se abrió y uno de los compañeros de clase del menor salió por ella.
- Ah, Tanaka-kun…
- Anderson… -murmuró Juri, masajeándose la nuca, que había soltado un doloroso crujido cuando su propietario había movido la cabeza bruscamente al descubrir otra presencia en el lugar donde antes estaba solo con su mejor amigo.
- ¿Puedo hablar con Kyomoto-sempai un momento? –preguntó el recién llegado.
- Está durmiendo –contestó Juri, más bruscamente de lo que pretendía.
- Es urgente. Matsumoto-sensei nos acaba de decir que los carteles del festival tienen que estar preparados hoy por la tarde y necesitamos al presidente para acabar de decidir los detalles –explicó el más alto.
Juri chasqueó la lengua, dirigiéndole una mirada casi asesina al miembro del consejo estudiantil que tenía enfrente.
- Le diré que venga a veros cuando despierte –farfulló.
- Pero es urgen… –empezó el mayor, aunque su voz se fue desvaneciendo cuando vio la expresión del otro.
- Ya se lo diré cuando despier…
Pero Juri no acabó la frase, porque la figura que tenía apoyada en el hombro empezó a moverse y se incorporó, frotándose los ojos para acabar de eliminar el sueño que en ellos pudiera quedar.
- ¿Juri? –preguntó, con los ojos aún medio-cerrados.
En ese momento, Juri se dio cuenta de tres cosas; había estado a punto de besar a su mejor amigo, no quería que nadie más que él viera la cara que este hacía en ese momento y Anderson estaba empezando a irritarlo de verdad.
- Kyomoto-sempai… -empezó este y Juri presenció la transformación del mayor de los tres por infinitésima vez, en menos de diez segundos, su mejor amigo se convirtió en el presidente del consejo estudiantil, el número uno del instituto al que todos los profesores pondrían como ejemplo si les importaran un pimiento los alumnos diferentes a él.
No pasaron más de cinco minutos antes que Taiga se fuera a cumplir sus obligaciones como presidente del consejo y Juri se quedara solo en el mismo sitio donde había estado sentado junto a su mejor amigo. Entonces el Tanaka suspiró y, mientras recordaba como era tener la cabeza del otro reposando sobre su hombro, volvió a pensar en lo que había estado a punto de pasar antes que su compañero de clase los interrumpiera.
Se había quedado mesmerizado por la perfección del rostro del mayor y había estado a punto de…
- …besarlo –susurró, a la vez que sus mejillas enrojecían y su mano se dirigía automáticamente a sus labios-. ¿Pero qué me está pasando? –suspiró, sacudiendo la cabeza para sacarse todas las ideas raras que esta pudiera contener.

Taiga estaba preocupado, hacía días que su mejor amigo se comportaba de una manera extraña. Cada vez que se encontraban, el menor se ponía nervioso y, o bien empezaba a tartamudear tan pronto él se le acercaba, o bien se apartaba de él con algún pretexto sospechosamente extraño. A esas alturas, el presidente del consejo ya no sabía si era sólo casualidad o si Juri lo estaba evitando expresamente.
Faltaban cinco días para el festival escolar y Taiga no podía mantenerse lo bastante despierto el tiempo suficiente para acabar de organizar las cuatro cosas que le quedaban. Por si fuera poco, ese mismo viernes tenía que entregar un trabajo en la academia donde iba casi cada tarde después de acabar los deberes y casi ni había mirado el tema del trabajo.
Normalmente, en momentos como este, el chico aprovechaba los descansos de la comida para dormir en la azotea, mientras Juri vigilaba que nadie le molestase y le advertía que comiera ni que fuera un poquito. Pero esta vez, en lugar de Juri yéndole a buscar para que durmiese, como siempre hacía, el menor no se veía por ningún lado y el presidente del consejo de estudiantes tenía que añadir la preocupación por su mejor amigo a su larga lista de problemas agotadores.
El más alto caminaba por el pasadizo, de camino a la sala del consejo cuando casi choca con su mejor amigo, que hablaba con uno de los muchos conocidos que tenía en club de básquet. La sonrisa en la cara del menor le hizo recordar las muchas veces que se había despertado con la cabeza sobre su hombro o en su regazo, la sonrisa que este le dedicaba cada vez, tan diferente a esa que veía ahora pero tan parecida al mismo tiempo.
Los otros dos pasaron junto a él y el presidente sólo recibió una inclinación de cabeza por parte del chico que no conocía y una mirada acompañada de un ceño fruncido por parte de su amigo. El mayor no podía evitar pensar en qué debería haber hecho mal para que el menor le ignorara de aquella manera y un suspiro escapó sus labios cuando se giró para ver su figura alejarse.
- Juri

El festival había sido un éxito. Los miembros de los clubes estaban terminando de recogerlo todo y él, como miembro del consejo estudiantil y, más aún, su presidente, tenía que comprobar que todo estuviera en orden y ayudar a recoger su clase para que los demás no tuvieran que quedarse más de la cuenta.
Hacía dos noches que casi no dormía, el trabajo a entregar el viernes y el hecho de tener que estar temprano en el instituto para acabar de preparar toda la movida provocada por el festival se lo habían impedido respectivamente. Si durante la semana parecía un fantasma por su falta de vitalidad, en ese momento no creía ser demasiado diferente que uno de los zombis que a Juri tanto le gustaba matar en esos juegos que le tenían tan enganchado.
- Juri… -suspiró por milésima vez cuando por fin se encontró solo.
Había terminado de recoger y cerrar la sala de reuniones del consejo estudiantil y los vestuarios después de comprobar que nadie se quedara dentro y se dirigía a la estación de trenes para coger el que iba a llevarle a casa. Sus ojos permanecían medio cerrados todo el tiempo a causa del sueño que lo invadía y cerca estuvo más de una vez de chocar con alguien o algún poste o farola.
Tan pronto se sentó en el tren cerró los ojos, diciéndose que sólo sería un momento, pero no se dio cuenta que ya se había dormido y, si no fuera por una suave sacudida en su hombro, se habría pasado su estación. Abrió los ojos lentamente para encontrarse con una figura que conocía demasiado bien.
Aún estoy soñando’ pensó. El menor hacía tiempo que lo evitaba y no se habría acercado tanto a él sólo para despertarlo.
- Taiga –murmuró el otro, volviéndole a sacudir levemente. No quería que el más alto se quedara dormido en el tren. Igual que pasaba con su cara de recién levantado, no quería que nadie más viera lo pacífico que se veía mientras dormía-. No deberías dormir en el tren…
- Mmh…
Juri no obtuvo ninguna respuesta con más coherencia que esta y acabó decidiendo bajar a su mejor amigo del tren él mismo. No podía dejarle allí solo, no después de haber visto como ese viejo sentado en una de las esquinas del vagón se lo comía con los ojos.
El mayor se dejó llevar, pensando que aún no estaba despierto, habría sido demasiado vergonzoso si eso estuviera pasando de verdad, dejarse llevar por un kouhai que, además, era más bajito que él…
Dicho kouhai cogió el otro chico a cuestas y empezó a dirigirse hacia la casa del mayor, mientras este se acurrucaba más contra su espalda, dejando que el aroma del ‘Juri de su sueño’, como lo había nombrado, le meciera hasta quedarse dormido nuevamente.
Al llegar a su destino y sin soltar a su mejor amigo, el Tanaka llamó al timbre y esperó hasta que la madre del otro saliera a abrirles la puerta. La Sra. Kyomoto enseguida le dio las gracias y se disculpó por las molestias ocasionadas por su hijo, ante lo cual Juri sólo sonrió y murmuró que no era ninguna molestia, incapaz de decir que era culpa suya por no haberle dejado dormir sobre su hombro antes de que llegar al punto de dormir en cualquier lugar.
La insistencia de la madre del mayor para que se quedase en su casa funcionó demasiado bien y, después de dejar a Taiga en su cama y de alegar que estaba demasiado cansado para tener hambre, Juri se tumbó en el futon que la Sra. Kyomoto le había preparado al lado de la cama de su hijo y no pudo evitar volver a pensar en la semana que había pasado lejos de su mejor amigo.
Involuntariamente, levantó la vista y, otra vez, quedó hechizado por la apariencia tranquila que su amigo tenía cuando dormía. Se incorporó y se acercó al otro con una leve sonrisa en los labios. Había echado de menos esa expresión.
Esta vez sí que sabía lo que hacía cuando se acercó aún más al otro, hasta que pudo notar su leve respiración en los labios, más, hasta que tuvo que desenfocar la vista para seguir mirándolo, y más, hasta que, por fin, sus labios se tocaron. Se quedó inmóvil durante unos segundos, cautivado por la maravillosa sensación que le había conquistado las entrañas con ese simple roce, y después se alejó suavemente, con la intención de volver a tumbarse tal y como estaba antes pero su camiseta se quedó enganchada con algo y, cuando miró qué era para desengancharse, vio que ese algo era la mano de Taiga.
Sus mejillas decidieron escoger ese momento para encenderse y, ajustándose como pudo para que el otro no soltara su camiseta, adoptó una posición suficientemente cómoda para dormir.

Taiga cerró los ojos con fuerza a causa de la luz y los abrió lentamente. Una figura le miraba desde la puerta de su habitación y, de golpe, se dio cuenta que todo lo que había pasado la noche anterior desde que se durmiera en el tren no había sido un sueño.
- Juri… –susurró, dirigiéndole una mirada confusa a su mejor amigo-. ¿Qué…? –empezó, sin tener muy claro que iba a decir-. El… ese beso no ha sido un sueño, no ha sido sólo otro sueño, ¿verdad? –la expresión pintada en la cara del menor le confirmó sus sospechas y, sorprendiéndole, una ola de alivio le recorrió de pies a cabeza-. ¿Por qué… por qué lo hiciste?
- Tai-chan… –comenzó el menor nerviosamente, su voz ronca. Taiga se estremeció, hacía mucho tiempo que no le llamaba así-. Yo… ¿e-estabas despierto?
El mayor asintió levemente, aún aturdido por la manera en que su mejor amigo le había llamado. Justo entonces, Juri se dio cuenta de algo que el otro acababa de decir.
- ¿O-otro? –preguntó, inquieto por la respuesta que pudiera obtener-. ¿Ha-has soñado que te be-besaba alguna vez?
Taiga apartó la mirada, pero el color que se había instalado sobre sus pómulos revelaba cualquier información que hubiera querido esconder. Nerviosamente, empezó a toquetear las mantas que lo cubrían y se enredó aún más en ellas de lo que ya estaba después de despertarse. Mientras, Juri se había acercado, aún incrédulo por la información que le estaba siendo desvelada.
- ¿D-desde cuándo?
Pero el otro no contestó y el menor continuó acercándose más y más a él hasta que estuvo justo delante de la cama.
- Tai-chan –repitió, decidiendo que la cara sonrojada del otro tampoco podía ser vista por nadie más que él.
Atraído por el magnetismo que el otro tenía sobre él, siguió aproximándose al mayor hasta que sus caras estuvieron a menos de diez centímetros. Pero entonces se dio cuenta de lo que estaba haciendo y sus mejillas también enrojecieron. Estaba a punto de apartarse cuando el otro se giró y acabó de acortar la distancia que había entre ellos. Por un instante, se quedó petrificado, pero enseguida cerró los ojos, dejó de pensar y se dejó envolver por esa extraña sensación que lo invadía cada vez que sus labios se tocaban.

dilluns, 23 de juliol del 2012

Here

Título: Here
Pareja: Takaki x Miura
Tipo: Drabble (378 palabras)
NA: Ya son 3 y si todo va bien pronto seran 4 :)
NA2: Olvidé ponerlo XC... Se suponía que este fic sería la continuación de Raindrop u.u

Es aquí’ pensó, a la vez que soltaba un suspiro.
Sin pensarlo mucho por miedo al arrepentimiento, llamó al timbre y esperó hasta que le llegó una respuesta.
- ¿Quién es? –preguntó una voz que reconoció inmediatamente.
Por un segundo, casi olvidó su objetivo y la razón por la que llevaba lo que acababa de comprar, pero el tono de la voz y el deje nasal que esta tenía le obligaron a centrarse y le hicieron recordar por qué estaba allí.
- Yuya.
- ¿Takaki Yuya? –cuestionó el otro, la sorpresa evidente el su voz-. ¿Qué haces aquí?
- ¿Puedo subir? –inquirió él, ignorando su pregunta. Fuera hacía frío, después de todo, y él no quería que su viaje hasta aquí no sirviera más que para agravar el problema del otro.
Yuya se dirigió al apartamento del otro para llegar y encontrárselo en la puerta, esperándole, con el pelo revuelto y las mejillas rosadas por su temperatura.
- Deberías estar en la cama –protestó tan pronto le vio allí de pie. Ante la cara de interrogante del otro, añadió: - Estás enfermo.
- Mentira, eso no es ver… –pero su respuesta se vio interrumpida por un ataque de tos y el mayor levantó las cejas y le miró escépticamente.
- A la cama.
- Hai, hai… -murmuró el más alto, dirigiéndose a su habitación y dejando que el otro explorara la casa por si solo.
No pasó mucho tiempo antes que Yuya hubiera descubierto donde estaban las partes más importantes del piso y se dirigiera hacia el cuarto del otro, decidido a cuidarle hasta que se pusiera bien. Era culpa suya que estuviera resfriado y si lo dejaba empeorar ni Yabu, a quien había molestado hasta que le había dado su dirección, ni él mismo se lo perdonarían.
- Haruma-kun –empezó, a la par que entraba en su habitación, pero lo que encontró le silenció y dibujó una sonrisa estúpida en sus labios. El menor se había estirado en la cama y se había quedado dormido enseguida.
Yuya aprovechó para arrodillarse al lado de la cama, sacar todo lo que había comprado de camino allí y, mientras le ponía una compresa de agua fría en la frente para bajarle la fiebre, susurró:
- Te vas a poner bien…

diumenge, 22 de juliol del 2012

Tonterías varias con premio!

Hoola!!
¿Cómo estáis todas?
Hoy vengo a ofreceros algo :)
Como podéis ver he cambiado el aspecto del blog y lo que venía a deciros tiene algo que ver con eso. El dibujo lo hice yo :D
La primera que adivine quienes son tiene un fic de regalo!
No voy a decir nada más, os dejo que penséis si queréis :)

divendres, 20 de juliol del 2012

スケアクロウ

Título: El espantapájaros (スケアクロウ)
Protagonistas: Kame y Yuto
Género: UA, Amistad(?)
Tipo: One-shot
Palabras: 1.294
Sumario: Estas son las aventuras de un niño a quien le encanta mirar las nubes y de un espantapájaros con complejo de Pinocho.
NA: Aunque por el sumario no lo parezca (y puede que por la historia tampoco), este fic estaba pensado para ser uno triste...
NA2: Muy inspirado en el solo de Ryo-chan - Scarecrow
NA3: Este fic es para Aru-chan!! Aunque no creo que esto fuera lo que tuvieras en mente cuando escribiste Kame x Nakajima en tu blog, espero que te guste igualmente :)

Casi era otoño cuando lo vi por primera vez.
Mi amo acababa de crearme y su mujer vino a verlo con su comida en una mano y el hijo recién nacido de ambos en el otro brazo. El niño dormía, pero su carita despertó un sentimiento de ternura en mi interior. Algo que se suponía que yo no podía sentir.
Tan pronto aprendió a caminar, ese niño empezó a visitarme a diario, aprovechando el tiempo que su madre le dejaba jugar fuera para estar junto a su padre en el campo. Yo solía pensar que quería pasar tiempo conmigo, y me aferraba a esa posibilidad para poder seguir con mi monótona vida.
Muchas veces se sentaba a mi lado, mientras su padre trabajaba en el campo y a mí me gustaba imaginar que miraba pasar las nubes y los pájaros conmigo. Pero mi ilusión se desvanecía cuando empezaba a llover o a hacer viento y mi amo lo mandaba dentro de casa o, simplemente, cuando me daba cuenta que él miraba hacia el otro lado, a su progenitor.
Recuerdo demasiado bien la ocasión en que me habló por primera vez. Aún me duele escucharlo, aunque sea sólo para mis adentros.
Era la primera vez que me sentía raro, había algo en mi pecho que me daba cosquillas pero no sabía qué era. Mi amo vio algo y se acercó a examinarme más de cerca, murmuró algo parecido a ‘malditos bichos’ y se dirigió a la casa refunfuñando.
Un par de horas más tarde, volvió con un pote lleno de insecticida y un montón de tela que luego descubrí que era ropa vieja. Fumigó mi abdomen y me envolvió en esas camisas y monos que había llevado. ‘Así estarás más protegido contra esas alimañas’ me dijo.
Cuando él se fue, el niño apareció frente a mí y me miró con mala cara. No sé si realmente estaban allí pero me pareció ver lágrimas en sus ojos. Me sentí fatal, mucho peor que cuando me había dado cuenta de que lo que tenía en mi interior eran insectos y los había sentido correr por dentro de mí. Pero me di cuenta que la cosa aún podía empeorar cuando él pronunció esas dos palabras, dos palabras que llegaron hasta lo profundo de mi ser, más hondo aún que esos gusanos y que empezaron a roerme por dentro sin pausa alguna.
‘Te odio’
No fue hasta años más tarde que el niño volvió, entonces ya casi convertido en un adolescente.
‘Mamá ha muerto’ dijo. Y yo pude ver el dolor escrito en sus ojos.
Quería ayudarle, decirle algo, hacer cualquier cosa que pudiera consolarle, pero no podía moverme, así que simplemente me quedé allí mirándole, esperando, deseando, que mi presencia allí, aunque casi desconocida para él, le sirviera de algo.
Él se sentó donde solía hacerlo cuando era más pequeño y miró donde yo solía mirar cuando él se sentaba allí y, por primera vez, miró las nubes conmigo.
A partir de entonces él empezó a venir cada día a verme, a hablar conmigo todo lo que no podía decir a nadie más, lo que no podía contarles a los amigos que ya no tenía. Me acostumbré a tenerlo a mi lado tan pronto sus clases terminaban y hasta que el sol desaparecía detrás de las montañas. Asumí que las cosas seguirían así para siempre sin siquiera pensar que el fin de sus días en la escuela media se acercaba y que pronto tendría que buscar un instituto donde ir, fuera del pueblo donde vivíamos. 
Fue en estos días cuando estuvimos más unidos, él se sentaba a m lado y miraba hacia donde mi vista estaba fijada desde siempre. Lo más corriente era que comentara las formas de las nubes o el comportamiento de los pájaros y, en las contadas veces en las que venía de noche, las constelaciones que su padre le había enseñado cuando era más pequeño.
Había otras ocasiones en las que su monólogo era más profundo, ocasiones en las que me hablaba de lo que le había pasado durante el día, de sus deseos y miedos o de como se había sentido cuando tal persona había hecho o dicho tal cosa. Le llevó tiempo pero incluso llegó a hablarme de los sentimientos que le embargaron cuando su madre murió. En esos momentos, utilizaba un nombre que él mismo me había puesto. Kazuya-kun me llamaba.
Recuerdo el día de invierno en el que me dijo que pronto no podría venir a verme cada día. Le faltaba poco para hacer sus exámenes de entrada al instituto y cada día traía los libros para estudiar junto a mí. A mí no me importaba, pero me sentía orgulloso cada vez que conseguía resolver algún ejercicio que no le había salido con anterioridad, me encantaba verlo superarse a sí mismo, mejorar cada día más y convertirse en un hombre, cosa que yo jamás podría ser.
Antes de irse a Tokyo vino a despedirse. Llovía suavemente y su padre le esperaba con el coche en marcha. Me acuerdo de que llevaba su antiguo uniforme, me contó que era para despedirse de él a la vez que lo hacía de mí. Me dio las gracias por haber estado allí para él, aunque no él estaba seguro de que yo realmente estuviera allí, y, como muestra de agradecimiento y amistad me regaló una bufanda del color de las flores que nacían a mis pies en verano.
Por aquél entonces venía a vernos cada vez que tenía vacaciones o un fin de semana largo para descansar y volvía a sentarse a mi lado y a mirar pasar los aviones y pájaros. Doce estaciones más tarde se graduó y encontró trabajo, volviendo a hacer que me sintiera orgulloso. Cada vez estaba más ocupado y las veces que venía, se le veía cansado. Ya no hablaba conmigo, era demasiado mayor para entretenerse a perder el tiempo con alguien que no pudiera contestarle, pero los momentos en los que le tenía sentado a mi lado eran aún los que más esperaba.
Gradualmente dejó de venir y hace más de siete estaciones que no le veo, desde que ingresaron a su padre en el hospital. El viento, la lluvia y el sol han hecho perder el color a la bufanda que me dio, pero yo siempre estaré aquí para recordarle quien es, quien era y quien quería ser, si llega el día en el que no puede reconocerse.

ôôÔôô

Nakajima Yuto baja del coche que lleva conduciendo desde Tokyo. Ha tenido que tomarse unos días libres para poder realizar lo que tiene intención de hacer, pero después del incidente que casi dejó sin vida a su padre, sentía que tenía que volver a casa y recordar por qué estaba haciendo lo que hacía, qué le daba significado a su vida tras la muerte de su madre.
Hace calor y tiene que desabrocharse los primeros botones del polo para poder respirar tranquilamente pese al aire que inunda el campo. Con pasos seguros se dirige al lugar donde tanto tiempo pasó cuando era aún un niño y busca con la mirada aquello que tanto necesita ver. No pasa mucho hasta que lo encuentra y aunque no es tal y como lo recuerda, sus ropas se han descolorido y más de una alimaña se ha ensañado con sus extremidades, consigue que olvide ese sentimiento de nostalgia que lo había ahogado desde que su padre entró en el hospital.
Sonríe y, aunque ya es mayor para hablar con un amigo imaginario o, en su caso, una figura inanimada, pronuncia en voz alta las palabras que lleva dedicándole mentalmente desde hace más de dos semanas.
- Kazuya-kun –le dice-. Aunque me fuera y no volviera a verte… siempre fuiste mi mejor amigo.

dilluns, 16 de juliol del 2012

Shadow

Título: Shadow
Pareja: YabuHika
Género: UA, Romance, Fluff (?)
Tipo: Drabble (largo)
Palabras: 836
Sumario: Las empresas de sus padres son rivales y Hikaru ya está harto de tener que vivir bajo su sombra y reacciona de manera infantil.
NA: Es feo, MUY feo, pero si no terminaba este fic no quería dejarme escribir otra historia que tengo muchas ganas de escribir, por lo que aquí lo tenéis...
NA2: Desde hoy soy oficialmente una estudiante de medicina de la universidad de Gerona :)
NA3: Este fic se lo dedico a Mabel por el drabble que me regaló :) y a Aru porque este mes es su cumple y porque también me regaló un fic. 


Su día había sido largo, cansado y horriblemente deprimente. Todos sus profesores se habían puesto de acuerdo para martirizarle, castigarle o echarle la bronca y que su padre le dijera que había descubierto su relación con el hijo de la competencia y lo castigara tan pronto llegó a casa sin salir de su habitación fue la gota que colmó el vaso.
Llevaba tiempo cansado de soportar todo ese cuento, de vivir a la sombra del nombre de su familia y de la disposición de su hermano a hacer exactamente lo que su padre esperaba de él, cuando para el mismo Hikaru no había manera ni de acercarse a la perfección que su padre buscaba. Tanto tiempo hacía que tenía pensado lo que haría el día que se hartara de todo que tan pronto su padre se hubo marchado a ‘terminar el papeleo de la empresa’ (¿era así como se llamaba irse a la cama con su secretaria ahora?), el chico sacó la maleta ya preparada de debajo de la cama y acabó de llenarla con el último regalo que su mejor amigo le había hecho antes de escabullirse hacia el primer piso y salir por la puerta de atrás tan sigilosamente como su enorme maleta le permitía.

*****

La Sra. Yaotome subió las escaleras con una bandeja en los brazos, la cena de su hijo menor que, pese a que debía estar muriéndose de hambre ya que no había comido nada desde el almuerzo, se negó a abrir la puerta de su habitación, ignorando los esfuerzos que su madre había hecho para prepararle su plato favorito.
Cuando vio que nadie le contestaba, la mujer abrió la puerta, y lo que vio le hizo soltar un suspiro. ‘Otra vez’, pensó, se dirigió a su dormitorio y sacó una vieja agenda de su mesita de noche. No tardó nada en encontrar el teléfono que buscaba, puesto que lo había usado cerca de diez veces en los cuatro meses que llevaban de año. Llamó inmediatamente y la voz de un chico joven al que ya conocía bastante bien gracias a las rabietas de su hijo le contestó con un:
- ¿Diga?
- ¿Yabu-kun? Soy Yaotome.
- Ah, Yaotome-san. ¿Hikaru ha vuelto a escaparse?
- Sí. Lo siento, Yabu-kun, siempre molestándote… ¿Sería mucho pedir que le ayudaras a tranquilizarse un poco?
- No se preocupe, no hay problema. Tan pronto se calme un poco, se lo llevaré a casa.
- Muchas gracias, Yabu-kun. De nuevo, disculpa por las molestias…
- No es nada, Yaotome-san, de verdad que no es molestia.

*****

Esta vez, casi se partió de risa al verlo. La maleta que había podido conseguir después que su padre le requisara la anterior era tan grande que él mismo cabría dentro, y Hikaru tenía que caminar arrastrándola con todas sus fuerzas para poder moverse. El mayor avanzó hasta estar justo delante de él y le ayudó a llevar ese monstruo que llevaba como equipaje.
- ¿Qué ha sido esta vez? –preguntó cuando los dos estuvieron dentro de su piso.
- Kou-chan~ –se quejó el menor, mirándole con los ojos llenos de lágrimas de cocodrilo.
- Hika… –advirtió Yabu, dedicándole una mirada seria-. ¿Por qué has huido esta vez?
El otro acabó contándole a regañadientes que su padre era un cretino y que sus profesores le odiaban y le preguntó si podía quedarse a dormir en su casa durante unos días. El mayor dejó que una media sonrisa se formara en sus labios y aceptó que se quedara en su piso esa noche con una condición.
- Mañana vuelves a casa.
- Pero… –intentó replicar Yaotome, sin embargo el más alto no le dejó terminar.
- Nada –se negó rotundamente a concederle una apelación al menor-. Hoy puedes quedarte pero mañana te acompañaré hasta tu casa y vas a disculparte con tu madre pro haber huido otra vez. Si no, ya sabes donde está la puerta.
Hikaru refunfuñó un rato pero no se movió del sofá donde estaba sentado y eso provocó otra sonrisa de parte de Kota.

*****

Estaba tendido junto a su algo más que mejor amigo en su cama y el menor dormía. A veces, deseaba poder concederle lo que más deseaba y huir con él a un lugar donde nadie los conociese, donde pudieran estar juntos y ser felices sin sentir las miradas de desprecio, asco y confusión fijadas sobre sus espaldas. Pero él más que nadie sabía las responsabilidades que ambos tenían para con sus familias, las empresas de estas, sus trabajadores y las familias de estos últimos. Y justamente porque lo entendía, porque pasaba por lo mismo que él, no podía hacerlo feliz y regalarle el cumplimiento de su mayor deseo.
El menor se movió en sueño, acurrucándose contra su pecho, y Yabu sonrió y se inclinó para posar un beso en el pelo del menor. Hikaru debería aprender a no huir de sus problemas y a afrontarlos con madurez. Hasta entonces, él estaría encantado de acogerle en su casa una noche cada semana.

dijous, 12 de juliol del 2012

Es... demasiado... tarde... ¡tengo que dormir! Pero no tengo sueño ¬¬UUU (ahora me he desvelado u.u). Así que aprovecharé para subir los premios que Arumi (lamentablemente, la imagen del primero ha desaparecido u.u), Haine-chan y Jenn-chan, gracias chicas :)

1. de Jenn


1- Publicar esta entrada al blog
2- Premiar a diez blogs amigos y avisarles (puede que lo deje para más tarde, así se los doy todos a todo el mundo y ahorramos tiempo y ganamos premios :P)
3- Publicar el blog que te lo otorgo
 FlyHighFics
4-comportir una frase que te guste decir y ¿por que? (extraño, la misma pregunta me la hicieron en el examen de catalán de la selectividad ó.o)
Alguien mira Game of Thrones??
"Night gathers, and now my watch begins. It shall not end until my death. I shall take no wife, hold no lands, father no children. I shall wear no crowns and win no glory. I shall live and die at my post. I am the sword in the darkness. I am the watcher on the walls. I am the fire that burns against cold, the light that brings the dawn, the horn that wakes the sleepers, the shield that guards the realms of men. I pledge my life and honor to the Night's Watch, for this night and all the nights to come."
Una sola razón para que me guste... muy fácil: Jon Snow *o* (hay muchas más, pero con poner una supongo que basta, verdad??)

2. de Haine-chan y Ushio-chan


Reglas a seguir:
1º Di quien te dio el premio:las encantadoras autoras de Hey! Say! JUMP Boys
2º Otorgalo a 6 blogs que te gusten y enlazalos
3º Decir 4 cosas que te gusten y 4 que no

No me gusta:
-  No ser capaz de escribir o dibujar como y lo que me gustaría
- No tener tiempo para leer
- Odiar tener que ir cada día a trabajar cuando me encanta el trabajo que hago (no es aburrido, ni muy cansado, y el problema es que es verano y sólo quiero dormiiir ú.ú)
- Que Marian muera en el último episodio de Robin Hood (2a temporada) de la BBC
- La gente incoherente con tendencia a victimizarse

Me gusta:
- Kanjani8, Hey!Say! JUMP... JE en general xP
- Game of Thrones (serie y libros / de George R.R. Martin y HBO), Spartacus (de STARZ) y Robin Hood (BBC)
- Mis manos (son pequeñitas y regordetas... son monas, vale?? ¬¬) y mi pelo (ahora demasiado largo, pero, más que nunca, me da pena cortármelo)
- El pelo de mi perro (aunque ahora esté pelado y no tenga casi la mitad que en invierno u.u)

3. de mi queridísima Arumi
 Ahora me doy cuenta que el primero de Arumi es el primero de Jenn-chan, por lo que me voy a ahorrar ponerlo aquí abajo ;)
Reglas~:
            *Responder a las preguntas ^^
            *Pasarlo a 5 personas    

1 .- ¿Como te llamas?:  Marina
2.-¿Tu pasatiempo favorito?:  Ahora mismo, mirar episodios de House y leer fics de Robin Hood
3.- ¿Tu color favorito?  :  Negro + Naranja (viva la Panda del Patio -la alemana-)
4.- Una comida: Todas las que haga mi abuelo
5.- Una bebida: Agua o Coca-cola light (la normal es demasiado dulce X( )
6.- Una extraña afición: Buscar animales en la Wikipedia por aburrimiento
7.- Tres de tus cualidades: desordenada Dx, creativa cuando quiero y sé cocinar (H)
8.- Para que te guste una persona tiene que ser: divertida y/o cálida
9.- Descríbete en una palabra: Dormilona
10.- Tus mejores amigas Blogger:Arumi y Mabel
11.- ¿Estas enamorada?: obsesionada :C
12.- Una canción:  Memories (One Direction) o Soundless Voice (Kagamine Len -la versión de Valshe o la original, no importa-)
13.- Una película: Rookies ~Sotsugyou
14.- El tío más bueno de la tele: ¿Qué es la tele? Supongo que depende del canal...
15.- ¿A quien admiras?: Friedrick Nietzsche, me encantaría poder vivir mis ideales al extremo igual que él hizo.
16 ¿Te gusta cantar?: Siempre, pero tengo muy mala voz xP
17.- Un juego: Prohibido reirse
18 Eres rencorosa: Nope, pero no olvido (tengo demasiada memoria ¬¬UU)
19.- Golosina favorita: Gatitos de regaliz
20.- Religión: Ninguna y todas a la vez
21.- ¿Con quien te gustaría estar ahora?: Con mi primo, que siempre me hace reír
22.- ¿Blanco o negro?: Negro
23.- ¿Agua o Aire?: Depende, para estar sumergida: aire, para estar descansando: agua
24.- ¿Quieres casarte?: No aún pero supongo que sip
25.- ¿Te importa que la gente hable mal de ti?: No, ya estoy aconstumbrada
26.- Lo que más te gusta que te digan: Que escribo/dibujo bien o que soy muy inteligente (no es broma, me lo dicen demasiadas veces)
27.- ¿Cuántos años cumplirás en el 2020?: 26 <3
28.- ¿Qué es lo que mas te emociona de estos meses?: Nada en particular, no me gusta el verano D:
29,- ¿Llamadas o mensajes?: Llamadas, normalmente
30.- ¿Algún plan para el fin de semana?:  ¿Dormir vale?
31.- Mar o Piscina: Piscina
32.- ¿Sonríes muy seguido?: Supongo, pero no cuando estoy sola
33.- Has estado en una pelea a golpes: Si las riñas con mis hermanas cuentan, sip, si no, nope
34.- ¿Cierras el agua mientras te lavas los dientes?: Siempre
35.- Frase de alguna canción:  'Here I am. This is me and I'm stronger than you'd ever thought I'd be. Are you shocked? Are you mad that you're missing out on who I really am?' Naomi Scott (Lemonade Mouth - She's so gone)
36.- Mejor lugar para despertar: Un lugar cómodo y mullido <3

~Reglas

*Escribe 5 deseos que te gustaría que se cumplieran

*Contesta las 5 preguntas
*Haz 5 preguntas
*Nomina a máximo 5 personas diferentes y avisales a
cada uno

5 deseos
- Asistir a un concierto de Kanjani8
- Tener dos/cuatro hijos (uno de ellos niño seguro)
- Sobrevivir a la carrera de medicina que me espera
- Conocer a alguien con quien poder compartir todas mis neuras
- Aprender a dormirme cuando es la hora (poder no estar cada día hasta la 1 y media despierta)

Las preguntas de Aru~ :)
1 ¿último dorama que viste? Don Quixote (creo)
2 ¿PV favorito? 365nichi kazoku de Kanjani8
3 ¿Ramen o Pasta? Pasta!! (demasiada variedad de pasta frente a unas pocas de ramen y con las recetas de mi abuelo en la cabeza, sin ninguna duda :D)
4 ¿Amor Platónico? Platón Maruyama Ryuhei / Jon Snow - Samwell Tarly / Fred y George Weasley
5 ¿Qué signo eres? ¡¡Tauro!!

My questions... (¬¬···) muahaha!!

1- ¿Te gusta dibujar/escribir o prefieres mirar dibujos y leer?
2- ¿Qué grupo de música es el que tiene más canciones en tu reproductor de música?
3- ¿Cuál es tu más reciente obsesión?
4- ¿Has visto Game of Thrones? Y, en el caso de no haberlo hecho, ¿por qué?
5- ¿Cuál es tu OTP favorita? ¿Y la de tu mejor amigo/a?




Demasiado tarde para 'nominar' a nadie, lo haré cuando vuelva a subir otra cosa al blog (que intentaré que sea pronto)

Light (光)

Título: Light (光)
Pareja: YabuHika
Género: UA, School Life
Tipo: Drabble (largo)
Palabras: 654
Sumario: De cómo hay una cosa que ha estado llevando de cabeza a Yabu desde que conoció a cierta persona y de cómo se da cuenta de qué es.
NA: El sumario es horriblemente horrible, la historia, no tanto, pero sigue siendo horrible... He perdido la práctica de escribir TT____TT
NA2: Hace un par de horas he prometido por la cbox que escribiría algo para celebrar mi entrada en la universidad, así que aquí lo tenéis. Espero no decepcionaros demasiado con esta historia porque hacía demasiado que no escribía y ahora tengo que volver a aprender ;o;
NA3: También tengo que recordarle a Mabel que me debe un unicornio alado por haber entrado en mi primera opción ;P

La primera vez que Kota lo vio quedó cautivado por algo que en él había. No sabía por qué, pero no podía dejar de mirarlo y, poco a poco, descubrió que ese cosquilleo que sentía cada vez que lo veía, ese sentimiento que inundaba su corazón cuando se cruzaba con él, era ese misterio que algunos llaman amor.
A medida que el curso avanzaba, se encontraba cada vez menos dispuesto a alejar sus ojos de la figura que se sentaba dos mesas más cerca de la pizarra y una más a la izquierda que él, razón por la que sus ya frecuentes castigos por falta de atención (para empezar, no era culpa suya haber nacido casi hiperactivo y, ahora, tampoco lo era haberse enamorado) se acentuaron hasta llegar a ser constantes.
Fue en uno de estos castigos que hablaron por primera vez. El profesor había querido castigar a alguien porque se le había caído el estuche mientras hacían un examen 'de prueba' (para practicar para los exámenes de acceso a la universidad) y el otro había salido en su defensa. Arioka no había sido castigado pero su defensor sí (por haberse atrevido a contradecir a un profesor o algo por el estilo, le pareció oír a él), por lo que esa tarde, cuando las clases acabaron, los dos se encontraron encerrados en un aula junto a otros desdichados puntuales y unos cuantos castigados reiterados (como el mismo Kota).
Nada más empezar las dos horas que se suponía debían pasar allí, el profesor que los vigilaba se marchó y muchos de los que estaban en la lista negra del instituto lo siguieron (aunque sólo hasta el pasillo) y desaparecieron poco después. La mayoría de los que quedaban se pusieron a hacer los deberes y Kota se aburría. Por mala suerte, tenía el objeto de sus pensamientos filas detrás suyo y no podía pasar el tiempo mirándole igual que hacía en clase.
Tampoco pasó mucho tiempo antes que una sombra tapara el sol que bañaba su escritorio y él se viera obligado a levantar la vista, esperando que no fuera otra vez el pesado de Takaki intentando instarle a saltarse el castigo e ir a ‘divertirse’ con él por ahí. Pero lo que vio no se parecía en nada a su pervertido compañero de mesa del parvulario, sino más bien a un ángel que hubiera bajado del cielo para hacerlo feliz.
- Hola, Yabu-kun –le saludó el más bajo, sonriéndole desde una distancia de medio paso.
Distancia que fue demasiado para su cerebro a la hora de elaborar una respuesta que no fuera un suave gorjeo que no se parecía en nada a la ingeniosa contestación que quería elaborar. Una sonrisa idiota se instaló en sus labios y el otro soltó una dulce carcajada que acabó de fundir las pocas conexiones que quedaban más o menos intactas en su cabeza. Al menos hasta que se dio cuenta de lo que había estado molestándole desde la primera vez que lo había visto, fue en ese momento, viéndole a contraluz, que se dio cuenta de que lo que lo había atraído hacia él en un primer momento y que aún seguía haciéndolo ahora era la luz que cada una de sus facciones escondía, luz que se manifestaba con cada uno de sus movimientos y que se había instalado en su corazón sin intención de mudarse en mucho, mucho tiempo.
Con eso en la cabeza, no pudo evitar soltar un medio-suspirado:
- Eres un ángel…
Dándose cuenta de lo que había dicho, boqueó y se tapó la boca con ambas manos, esperando que el otro le mirara de manera rara y se apartara de él pensando que era un chiflado. Pero lo único que hizo el más bajito fue sonreír aún más dulcemente y mover una de las sillas que habían quedado libres para poder sentarse a su lado durante la hora y media que aún quedaba de castigo.