dijous, 23 de desembre del 2010

Empezar de Nuevo VIII (a)

Título: Empezar de nuevo
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Género: Drama, Romance (Shounen-ai), Amistad, Universo Alterno...
Personajes: Hey!Say!BEST y, para este capi, Ryutaro y Shintaro
Pareja(s): YabuHika (Yabu Kota & Yaotome Hikaru)
Tipo: Capitulado
Capítulo: 8a/?
Sumario: Hikaru y Yabu eran buenos amigos hasta que el primero cambió, se alejó de su mejor amigo y empezó a ignorarle. Ahora, después de seis años, han vuelto a juntarlos en la misma clase. ¿Volverán a hablarse? ¿Por qué Hikaru cambió de repente? ¿Se rendirá Yabu ante las negativas de este? y ¿Cuál es la razón por la que Inoo y Daiki están tan preocupados?

NA: Primero, quiero disculparme por haber tardado tanto, pero aquí está, por fin ^^ Espero que lo disfrutéis.
NA2: Segundo, este es más corto de lo habitual, pero tenía que acabarlo así y siento que el final no esté muy bien escrito.
NA3: Por último, antes de irme a preparar la mochila para irme a casa de mi padre, quiero desearos feliz Navidad, por año nuevo ya estaré aquí ^^.

Al no poder conseguir la respuesta, más por descuido suyo que por falta del otro, Kota quiso averiguarlo la mañana siguiente, pero Hikaru no fue a clase ese día y él tuvo que llevarse la preocupación a casa el fin de semana.
Decidido a enterarse de qué le había pasado al menor, Yabu planeó cuidadosamente la manera de acercarse a él y de preguntarle para que, cuando se vieran la semana siguiente, el otro no pudiera escabullirse.
Pero todos sus preparativos fueron en vano. Hikaru no se apareció por el instituto el lunes siguiente, ni el martes, ni siquiera el miércoles, y eso provocó que el mayor se desesperase, porque todo lo que había preparado no le había servido para nada. Pero, lejos de que la idea de regañar al menor por faltar durante la mitad de la semana, no verle despertó en él una triste melancolía que le recordó a las primeras semanas que había pasado sin el otro.
Se tumbó en la cama y suspiró. Fuera hacía frío y el aburrimiento le estaba matando. No podía salir a jugar a fútbol con su vecino favorito, Akanishi Jin, porque este se había ido con sus padres y su mejor amigo a esquiar.
Dio vueltas encima de la cama hasta hartarse, durante más de media hora, pero seguía sin conseguir nada que lo sacara de su aburrimiento. Cuando su madre, un par de días antes, le había dicho que sus primos iban a pasar las vacaciones en su casa, le chico se había ilusionado muchísimo, así iba a tener alguien con quien compartir el aburrimiento y diversiones que esas fiestas suponían para un niño de once (casi doce) años.
Se suponía que llegaban ese día, pero su llegada se estaba retrasando y el aburrimiento parecía no tener fin. Si al menos sus primos estuvieran aquí… vale, eran mucho menores que él pero así al menos Kaoru le dejaba en paz y paraba de entrar en su habitación cada diez minutos para decirle lo muy frikis que eran sus acciones y lo mucho que debía de aburrirse para terminar haciendo lo que hacía (que normalmente era nada) para irse a ‘jugar’ (aunque sería mejor decir a ‘manosear’) con el más pequeño de sus primos, Shintaro, quien sólo le contestaba haciendo burbujitas de baba con la boca. El hermano del bebé, Ryutaro, se pasaría el día jugando con la GameBoy Advance que sus padres le habían regalado por su cumpleaños, pero Kota confiaba en que los dos podrían hablar de Pokémon o jugar a algo para pasar el rato.
Hundió la cara en la almohada intentando que el tiempo pasara más rápido y entonces una idea le vino a la mente, podía llamar a Hikaru y pedirle que fuera para jugar a algo o pasarse por su casa e ir alguna parte los dos juntos. ¿Cómo era que no se le había ocurrido antes? Ah… ya… porque Hikaru hacía más de una semana que no le hablaba y se suponía que ahora él debería estar enfadado con el menor por no haberse presentado aquél día al salir de clases en el parque donde solían ir para ‘solucionar las cosas’ (no es que antes hubieran tenido mucho por solucionar, tampoco).
Kota suspiró otra vez, giró sobre si mismo y concentró su vista en el techo, mirando al infinito y evitando pensar en todo lo que estuviera relacionado con su mejor amigo.
Así le encontró su primo cuando entró en la habitación preparado para jugar con él a cualquier cosa que se les ocurriera.


*****


-Yabu-chan~ -alguien le sacó de su estupor dándole un golpe en el hombro. Sin darse cuenta llevaba observando a los amigos de Hikaru un buen rato, mientras se preguntaba si ellos sabrían por qué el menor no había ido a clase ningún día en lo que llevaban de semana.
Al verlo distraído, su mejor amigo le había llamado la atención un par de veces antes de que él se diera cuenta, y, cuando Kota se giró hacia ellos, los demás chicos del grupo empezaron a bombardearle a preguntas sobre lo que ocupaba sus pensamientos, pensando que era la chica de la que él estaba enamorado, según ellos, Yabu debía de tener una novia escondida por alguna parte porque era, con diferencia, el más guapo del grupo y si no se lo había dicho a ellos era porque era demasiado tímido para aceptarlo.
Entre los comentarios irónicos, las bromas y las risas que le arrancaron los demás, Kota consiguió, una vez más, dejar de pensar en lo que le preocupaba y concentrarse en superficialidades que no le hicieran cuestionarse cosas básicas que creyera saber sobre alguien.


*****


Jueves. Se levantó de la cama con sueño, más que últimamente, se había acostado tarde porque había acabado yendo al karaoke con sus amigos y haciendo el tonto hasta que los echaron del local porque ya iban a cerrar y se suponía que unos alumnos de instituto no deberían estar merodeando por ahí un miércoles por la noche hasta tan altas horas.
Ese era un día en el que no le apetecía oír nada que no fuera a alegrarle, podía culpar al sueño o a la añoranza que le invadía cada poco tiempo. Interiormente, rezó para que su hermana hubiera amanecido de buen humor y para que su madre tuviera buenas noticias para ellos, como que su padre volvía para quedarse durante bastante tiempo con ellos, pero, por encima de todo, esperó poder hablar con Hikaru ese día en el instituto, poder preguntarle por qué… y obtener una respuesta.


*****


Tuvo que contenerse para no soltar un grito de alegría cuando vio a cierta persona bastante conocida sentada un par de filas delante de su sitio en la clase, rodeada por Inoo y Daiki y hablando con ellos.
Todo ese día le había salido bien, de momento, su hermana les contó que se había enamorado de alguien y su madre les había anunciado que su padre tenía unas vacaciones de un par de semanas, ella también iba a coger las suyas e iban a pasarlas en familia. Lo único que le faltaba para acabarle de alegrar el día era encontrarse con Hikaru… ahora sólo le quedaba obtener el por qué.
Decidido a hacerlo, se esperó hasta que llegó la hora del descanso y se acercó al menor, cogiéndole por la muñeca y arrastrándole hasta un lugar bastante desierto del instituto.
Saltándose sus planes completamente, acorraló al menor contra la pared y le obligó a mirarle a la cara.
-Ahora -empezó con una voz desconocida para él y una seguridad de la que no se sentía dueño- vas a contarme por qué has faltado, de dónde venían los moratones y, lo más importante, por qué empezaste a evitarme hace seis años.
Pese a haberse sorprendido a sí mismo con sus acciones y esa declaración, sonrió satisfecho cuando descubrió la resignación en los ojos del otro, detrás de la sorpresa y otras emociones que le fueron imposibles de reconocer.

dimarts, 21 de desembre del 2010

--------Mari-chan se cree importante y quiere que le pidan fics--------

Mmm... Como en un par de días me voy a casa de mi padre a pasar la mitad de mis vacaciones de Navidad y voy a tener muuuuucho tiempo libre... pensaba en aceptar pedidos de fics... no sé si alguien querrá que yo le escriba algo (no creo ser tan buena, tampoco), pero como la única cosa que tendré por hacer serán los deberes de Filo, creo que podré hacerlo...
Mmmm... Nada más, si queréis pedir alguno, dejad un comentario ^^
No sé si nadie va a tener tiempo, al fin y al cabo sólo tenéis 2 días para pedirlos ¬¬U  Los fics que pidáis cuando yo ya me haya ido quedarán pendientes para la otra mitad de mis vacaciones ^^


Por supuesto, seguiré escribiendo Empezar de Nuevo... algún día tengo que acabarlo, aunque me de pena... tranquilas, que aún queda ^^U

My Sweet Rudolph

Título: My Sweet Rudolph
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Pareja: Yamajima
Género: Fluff, (UA)
Tipo: Drabble
Palabras: 269
Sumario: Yama-chan no está hecho para trabajar en Navidad...
NA: Ya he acabado los exámenes~ bien~ ^^ mañana me pongo a acabar el capi de Empezar de Nuevo y os lo traigo entre mañana y pasado ^^ Mientras, disfrutad de este (si es que lo leeis) n.n

- ¡Odio los trabajos a tiempo parcial!
- Vamos, Yama-chan… esto no está tan mal.
- Eso lo dices tú porque te tocó hacer de elfo. ¡Eso… no está tan mal…! Tener que vestirse de reno es lo peor…
El menor sonrió ante ese comentario, luego quiso añadir algo, pero alguien los interrumpió.
- Chicos, Yabu-kun dice que empezamos en cinco minutos.
- Gracias, Keito -le sonrió el más alto-, ya lo has oído, Yama-chan, el jefe nos llama.
Pero el mayor no estaba para nada dispuesto a salir en público con ese disfraz, por lo que Yuto intentó convencerlo.
- Vamos… Chii y Keito también van vestidos de reno y no les he visto quejarse.
- ¡Pero es que ellos no tienen que llevar esta horrible nariz roja!
Yuto rió suavemente otra vez y el mayor volvió a las maldiciones. Poniéndole una mano en el hombro y acercándose a él, el más alto le susurró al oído:
- No masculles, ¿qué diría Papá Noel si viera a su Rudolph dándole mal ejemplo a los niños?
Cuando le oyó decir eso, Yama-chan intensificó sus quejas contra el abuelito vestido de rojo y todos sus antepasados hasta que el más alto movió la mano hasta tenerla encima de su cabeza (cosa que casi consigue que la rabia del mayor se girara contra él, porque Ryosuke odia que le recuerden el complejo que tiene con su altura) y le dio un beso en la frente, ante lo cual el más bajo se sonrojó, para después decirle:
- Vamos, a trabajar… acaba pronto, que luego tengo una cita con mi reno favorito.

dijous, 2 de desembre del 2010

Hoy es dia 2~ Felicidades Hika~

NA: Para el cumple de Hikaru (otra vez), estos dos los escribí hace la tira ^^  Espero que os guste~

Título: With your hand's help
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Pareja: YabuHika
Tipo: Drabble (375 palabras)

Lágrimas resbalaban otra vez por sus mejillas, no podía hacer nada por controlarlas. Todo el estrés acumulado por los ensayos, conciertos y demás había acabado estallando, otra vez.
Por enésima vez desde que su antiguo grupo se separó, no podía evitar llorar. Se sentía solo aunque estuviera rodeado de gente, perdido aunque le indicaran el camino y sin fuerzas por mucho que intentaran animarle…
Podían intentar ser el mismo pero nunca iba a conseguirlo, una parte de él había desaparecido junto a sus amigos.
La peor cicatriz que dejó la separación fue que ahora lloraba sin razón, y sin pausa.
Echaba de menos las tonterías del menor y las quejas del mayor por haberse quedado bajito… Los momentos pasados junto a ellos hacían eco en su cabeza y a veces le impedían dormir.
Mientras se lamentaba por ser tan patético sintió una mano limpiar los trazos de agua salada que quedaban en su cara. Cuando levantó la vista vio a su mejor amigo, con una expresión de preocupación marcada en la cara.
Sabía que el otro también lo había pasado mal con la separación, puede que peor que él, pero parecía haberlo superado.
El mayor le abrazó y él murmuró su nombre y se agarró a él como si fuera una tabla de salvación, de hecho, lo fue para él en tantas ocasiones que ya no podría contarlas.
Poco después las lágrimas dejaron de caer y el mayor se separó de él.
Su amigo sonrió, esa sonrisa que le demostraba que estaba aliviado de que hubiera dejado de llorar, pero que no llegaba a sus ojos, enseñándole que no era el único que les echaba de menos.
El mayor se levantó y él sólo se quedó mirándolo, pensando que tal vez él también iba a irse y a dejarle completamente solo esta vez, aunque sabía que su mejor amigo nunca le haría eso.
La mano que apareció ante sus ojos en aquel mismo instante se lo confirmó.
Agarrándose a ella, sintió que todo iba a estar bien y una sonrisa verdadera encontró el camino a sus labios después de mucho tiempo.
Podría seguir mientras esa cálida mano no se alejara de la suya…
Iba a hacerlo, porque el otro también le necesitaba a su lado.


Título:Feliz cumpleaños
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Pareja: YabuHika
Tipo: Drabble (149 palabras)

Ahí estaba otra vez, celebrando solo su cumpleaños, no se había atrevido a llamar a su mejor amigo (de quien estaba enamorado desde hacía bastante, por cierto) porque no quería molestarle, sabiendo lo muy ocupado que estaba.
Había acabado saliendo de casa gracias a las quejas de su hermana y ahora caminaba por la playa donde solían ir cuando eran más pequeños y tenían mucho menos de qué preocuparse.
De repente su mirada atrapó un pequeño destello dorado que se convirtió en una fuente de centellas, una pequeña fuente de chispas se encendía ante sus ojos, y detrás de ella muchas más, formando un camino que lo condujo hasta un circulo formado por velas donde le esperaba su mejor amigo, con un pastel entre las manos.
“Feliz cumpleaños”
Eso fue todo lo que necesitó para que ese día se convirtiera en uno de los más mágicos de su vida.

dimecres, 1 de desembre del 2010

Sus estupideces

Título: Sus estupideces
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Pareja: YabuHika
Género: Romance
Tipo: One-shot
Palabras: 814
Sumario: Porque Yabu cuando no duerme hace tonterías y Hikaru las encuentra demasiado dulces y… tontas.
NA: Da igual, lo subo ahora ^^ (en Japón ya es día 2 igualmente)... Mañana seguro que subiré un par de drabbles que tengo escritos por ahí... ^^


Una melodía empezó a oírse dentro de la habitación, despertando casi de golpe al chico que dormía tranquilamente en la cama que allí había.
-Pero, ¿quién…?
Al ver el ID de quien estaba llamando, masculló un casi incomprensible “¿Quién le mandaba llamar a estas horas…?” y descolgó el teléfono a regañadientes.
-¡¿Acaso no sabes qué hora es?!
-Hola, Hikaru, yo también me alegro de hablar contigo -le contestó el otro, en tono irónico, para después responderle a la pregunta con un-: La una y media, ¿verdad?
El menor miró el reloj de su mesita y lo confirmó:
-¡¡Exacto!! ¡Me despertaste, Kota!
-Lo siento -y por su manera de decirlo, Hikaru podría haber jurado que estaba sonriendo, esa sonrisa que hacía que sus ojos desaparecieran y que el corazón del menor latiera desacompasadamente.
Sonrojado por el pensamiento que acababa de tener (la verdad, ¿en qué *** estaba pensando?), el chico farfulló:
-Da igual… ¿qué querías?
Por unos instantes pudo oír unas suaves carcajadas en la otra punta de la línea, sus defensas se prepararon para la tontería que seguro iba a decir su novio, ¿qué motivo podía tener para despertarle a la una y media de la madrugada? Él que estaba durmiendo tan tranquilo…
-Quería ser el primero de todos… Felicidades en tu cumpleaños número 20, Hika~
-Realmente necesitas dormir, Kota… ¿A quién se le ocurren esas tonterías?
-¡A mí! -le contestó el mayor con lo que seguro sería una sonrisa orgullosa en los labios (hacía tanto que se conocían que Hikaru incluso podía adivinar qué era lo más probable que dijera el otro después) y acto seguido rió y añadió-: ¿A que soy original?
El menor suspiró y le contestó al otro, intentando aguantarse la risa que las acciones de su novio le provocaban:
-Siento informarte de eso, Kota, pero esa idea ha sido utilizada, con seguridad, más de cien veces antes que tu lo hicieras… y con más puntualidad, por cierto.
Al decir eso, Hikaru casi pudo sentir al otro haciendo pucheritos, pero cuando le contestó, parecía volver a sonreír orgulloso.
-Jeje, seguro que sí, pero ¿a que soy el primero en presentarse en tu casa de esta manera?
-¿Estás aquí? -preguntó el menor, sorprendido, no pensaba que el otro fuera a ir expresamente. Se apresuró a mirar por la ventana y comprobar que sus palabras fueran ciertas.
-Claro -dijo mientras levantaba la mano para saludarle.
-Realmente eres idiota… vas a resfriarte…
-Quería ser el primero en felicitarte…
-¡Eso ya lo has dicho! Espera ahí, ahora voy a abrirte.
Poco después, ambos adultos (porque ahora ambos eran adultos, por fin) entraban en la habitación del menor y Hikaru, después de indicarle que se sentara, le dijo al mayor:
-¿En qué estabas pensando? Podrías haberte resfriado con este frío…
El aludido sonrió, y dando unos golpecitos en la cama a su lado, invitó a su novio a sentarse con él.
-Quería felicitarte antes de olvidarme de ello…
-En verdad no tienes remedio, Kota… -el menor suspiró otra vez, iba a añadir algo referente al mayor por haberle despertado pero este lo interrumpió con un suave beso en los labios.
Cuando se separaron, después de un par de segundos, las mejillas de Hikaru había adoptado ese toque carmesí característico que a Yabu tanto le gustaba y el primero le dio un suave golpe en el pecho a su novio ‘por ser tan idiota’. El mayor le sonrió y, como si acabase de acordarse, exclamó:
-¡Ah! ¡Me olvidaba! -y, sacando un paquete de debajo de su chaqueta, agregó-: Toma, tu regalo…
Mirando el paquete, Hikaru sonrió también y se apresuró a abrirlo.
Después de ver qué contenía el envoltorio, sus ojos se abrieron de golpe y no tardó nada en abrazar a su novio con un dulce ‘te amo’ escapando de sus labios involuntariamente.
El mayor le devolvió el abrazo, susurrando un ‘lo sé’ en su oído y sonrió aún más.

La mañana siguiente, cuando la madre de Hikaru fue a despertarle, le encontró abrazado a quien ya era casi como otro de sus hijos y sonrió, antes de desaparecer de nuevo rumbo a la cocina, pensando en dejarlos descansar un rato más.
Una fotografía descansaba sobre la mesita de noche de Hikaru, en ella se podían ver a Kota sonriendo y pasándole un brazo por encima de los hombros al menor, que intentaba que Chinen y Ryutaro dejaran de pelearse por cualquier tontería y, con la ayuda de Inoo, que los demás salieran bien en la foto, pese a estar rodeados de hojas y el viento despeinándolos todo el rato. Una inscripción, escrita en permanente plateado, podía ser leída con claridad en una de las esquinas de la fotografía: ‘Aishiteru, Kota
Si cualquiera hubiera sacado la foto del marco en el que se encontraba, habría podido ver las firmas de todos los miembros del grupo y un gran ‘Te queremos, Hikaru’ escrito detrás de ella.

Felicidades Chii~

Título: No tiene T____T
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Pareja: Chiitaro
Género: Romance
Tipo: One-shot
Palabras: 667
Sumario: Reflexión sobre la relación entre Chinen y Ryutaro
NA: No pensaba subirlo, pero GiGi (sip, ella otra vez) me ha dicho que no estaba tan mal así que pensé que puede que os guste u.u Esta vez he probado de escribir de una manera un poco distinta (no sé por qué pero me recuerda a la de Lemony Snicket...), espero que no sea tan desgracia como creo que es...


Puedes preguntarle a quien quieras sobre la relación entre Chinen Yuri y Morimoto Ryutaro, cualquiera que los conozca bien te dirá que están hechos el uno para el otro.
Por esa descripción, puedes pensar que siempre están juntos y que hacen todo lo que pueden para ver, abrazar o hablar con el otro, pero la cosa no va así, ni mucho menos…
Puede que para hacerte una mejor idea de la relación que tienen los dos menores entre los JUMP necesites la descripción que darían de ellos los que han visto como se tratan el uno al otro, vuelvo a repetir que los que comparten esta opinión no los conocen lo suficiente. Esas personas, en el caso que les preguntaras, te dirían que su relación es enfermiza. Desde un punto de vista externo, esa es la palabra a usar.
Entonces puedes pedirles razones, claro, siempre necesitamos razones a la hora de juzgar algo, para justificar nuestra opinión, ¿verdad?
La razón principal que puede llevar a malentender el alma de su relación son las discusiones que tienen, las constantes e irrelevantes peleas que llenan sus días.
Definitivamente, Chii y Ryu-chan son malos con las palabras, y en controlar su temperamento (por mucho que Shintaro se haya esforzado en entrenar a su hermano en eso), también en mantener los celos a raya, y la lista sigue… Y eso los lleva a reñir, continuamente y sin el mayor motivo.
La gente que no los conoce, piensa que no se llevan bien, y suelen ponerse de acuerdo en que Chinen debería dejar a Ryutaro, porque Yuri es definitivamente demasiado ‘mono’ o ‘agradable’ como para que el menor, a quien la mayoría de ellos consideran gruñón y demasiado frío, acabe destrozándole la vida y el corazón a una criatura tan ‘brillante’ como él. También tienden a creer que Chinen nunca dejará a su novio porque le quiere demasiado.
No podrían estar más equivocados.
Es verdad que Chinen quiere a Ryutaro más que a cualquier cosa en el mundo, incluso puede que más que a su propia vida, pero también es cierto que el menor le devuelve los sentimientos, y hasta es posible que sea Ryu el que es capaz de llegar más lejos por lo que ellos comparten.
Hasta ahora hemos comentado las opiniones de lo que ni siquiera les conocen, veamos ahora las de sus amigos.
En sus ojos, la relación entre Chinen Yuri y Morimoto Ryutaro no podría tener un mayor equilibrio (no con sus personalidades, al menos). Porque ellos han visto ambas caras de esa moneda, la mala, la que todo el mundo ve, porque ninguno de los dos es realmente dado a las muestras de afecto en público, y la buena, que compensa de sobras la otra.
Aunque puede que nadie lo crea, ellos también han llegado a pensar alguna vez que sería mejor no estar juntos, incluso han hecho vanos esfuerzos para separarse, vanos porque siempre han acabado volviendo a los brazos del otro.
Sus compañeros de grupo podrían atestiguar eso, serían capaces de explicaros como, cuando Chinen le dijo a Ryutaro que deberían cortar, los ojos del menor se quedaron sin vida durante el tiempo que estuvieron sin siquiera hablarse, y como Chinen no paraba de equivocarse en los pasos de baile, él que siempre lo hace todo bien, la vez que fue el otro quien lo sugirió.
Porque son testigos de todo eso, los miembros de JUMP han acordado no meterse en sus peleas, nunca, porque entonces las cosas son aún peores, y saben que ninguno de los dos pequeños sería capaz de sobrevivir sin el otro mucho tiempo.
Saben que las peleas no pararán, pero eso no les preocupa, porque los dos siempre terminan haciendo las paces y eso es lo que vale.

Siempre han discutido y siempre lo harán, pero Yuri sabe que no hay nadie que pueda complementarlo como Ryutaro lo hace, y también sabe que no hay nadie que llene a Ryutaro como él lo hace, y eso le hace feliz.