dilluns, 6 de setembre del 2010

Empezar de nuevo VI (b)

Título: Empezar de nuevo
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Género: Drama, Romance (Shounen-ai), Amistad, Universo Alterno...
Personajes: Hey!Say!BEST y, de momento, Chinen, Yuto & Yama-chan
Pareja(s): YabuHika (Yabu Kota & Yaotome Hikaru)
Tipo: Capitulado
Capítulo: 6b/?
Sumario: Hikaru y Yabu eran buenos amigos hasta que el primero cambió, se alejó de su mejor amigo y empezó a ignorarle. Ahora, después de seis años, han vuelto a juntarlos en la misma clase. ¿Volverán a hablarse? ¿Por qué Hikaru cambió de repente? ¿Se rendirá Yabu ante las negativas de este? y ¿Cuál es la razón por la que Inoo y Daiki están tan preocupados?

NA: 2a parte del capítulo~
NA2: Siento que la historia se vuelva más y más deprimente con cada capítulo... u.u ...pero esa era la idea al principio... Juro que va a mejorar, sólo esperen un poco, ¿sí? Como siempre: Espero que os guste~ ^^
NA3: Este capi se lo dedico a Arumi por su nuevo proyecto... porque ya hacía falta un blog dedicado al YabuHika raburabu


Cuando despertó eran más de las doce del mediodía. Decidió que ya era hora de almorzar pero cuando intentó levantarse para ir a la cocina y comer algo se mareó y tuvo que quedarse en la cama, mirando al techo.
Probó de mantener la mente en blanco, cuando empezaba a pensar en lo que había pasado, el dolor de cabeza (causado en parte por la falta de sueño, ya que esa noche había estado despertándose cada dos por tres a causa de las pesadillas y las anteriores tampoco había dormido mucho, y también por concentrarse demasiado en los peores momentos) aumentaba hasta tal grado que le era casi imposible mantener los ojos abiertos.
Tenía que hacer algo para distraerse pero casi todos los espacios de la casa se traían malos recuerdos. Gritos en la cocina, miradas frías en los pasadizos, golpes en el salón… no podía huir de la parte violenta de su pasado pero tampoco quería recordar los momentos dulces, le dolían aún más que los amargos.
Cerró los ojos otra vez e intentó volver a dormir, podía ser que si descansaba un rato más el dolor de cabeza disminuyera y él pudiera hacer lo que debía: los deberes y tratar de convertir las lágrimas en una sonrisa.
Pero tan pronto consiguió aislarse el mundo exterior los recuerdos de los momentos que había pasado con cierta persona volvieron a invadirle la mente.
Su mejor amigo se había ido de vacaciones y él tenía que quedarse en casa por culpa del trabajo de su padre, hacía cuatro días que no sabía nada de él pero para su mente de 5 años parecía que el otro le había abandonado.
Sus padres ya empezaban a estar cansados de que Hikaru les preguntara cuando iba a volver Kou-chan de Okinawa, por lo que, cuando esa tarde recibieron una llamada de parte de la familia Yabu, ambos suspiraron aliviados.
-Hikaru-chan… -le llamó su madre desde el pasillo.
-¿Sí? -respondió el pequeño asomando la cabeza por la puerta de la cocina.
-Teléfono -dijo su madre alargándole el aparato.
-¿Quién es? -preguntó el niño cuando ya cogía el teléfono.
-Kou-chan… -le susurró su madre para después irse ella hacia donde había estado su hijo poco antes.
-¡Kou-chan! -exclamó Hikaru tan pronto pegó el auricular a su oreja.
-¡Hika! -contestó su mejor amigo desde el otro extremo-. ¿Cómo estás?
-Bien -sonrió el menor-, papá nos llevó a comer un helado ayer y puede que mañana vayamos a la playa, si no está muy ocupado.
-Bien, ¿no?
-Sip…
-Nosotros sólo hemos ido de la playa al hotel y del hotel a la playa, Kaoru parece una gamba, deberías verla –este comentario acabó en risas por parte de ambos.
Cuando los niños dejaron de reír, el menor volvió a ponerse serio y le preguntó a su mejor amigo:
-Kou-chan…
-¿Mm…?
-¿Dónde estás ahora?
-En la habitación del hotel.
-¿Eh? ¿Por qué no me dijiste que ya te habías ido de Okinawa?
-Erm… Hikaru… el hotel está en Okinawa…
El menor permaneció en silencio unos segundos.
-No importa… ¿Cuándo vas a volver?
-El domingo, creo…
A partir de entonces los dos hablaron de cualquier cosa hasta que la madre de Kota le dijo a su hijo que ya era hora de cenar, por lo que ambos niños le pasaron el teléfono a sus madres y las dos mujeres se despidieron antes de colgar.
No hace falta decir que el pequeño Hikaru esperó más que impacientemente a que llegara ese domingo para poder volver a ver a su mejor amigo.
****
-¿Y aquí? –preguntó el menor a su mejor amigo-. ¿Qué tenemos que poner aquí?
-Los años.
-Ah.
Ambos niños estaban sentados en la habitación del menor, terminando un trabajo en grupo. Habían tenido suerte que les habían dejado hacer los grupos a ellos y estaban juntos, normalmente no había nadie en su clase que les aguantara cuando se les metía algo en la cabeza, a ninguno de los dos, más que ellos mismos.
Yabu iba a quedarse a dormir porque tenían que acabarlo antes del día siguiente pero no habían pensado en empezarlo antes. Lo terminaron mucho antes que lo que habían pensado iban a tardar pero ninguno de los dos pensó en repasarlo, en lugar de eso estuvieron jugando hasta bien entrada la noche.
Suaves risas mezcladas con susurros fueron la banda sonora de el aprobado justo que les valió el trabajo.
****
-No has hecho nada, Kou-chan -contestó. Era verdad, el que no podía seguir como hasta entonces era él.
-¿Entonces por qué…?
-Kota, lo siento -eso también era cierto, no había nada que hubiera sentido más en su vida, tener que alejarse así de su mejor amigo, sin poder darle ni siquiera una razón, era mucho peor de lo que podía parecer desde fuera. Aún así se forzó a añadir-: pero ahora no tengo tiempo, ya hablaremos luego, ¿vale?
Se alejó tan rápido como pudo, sabiendo que el otro iba a esperar para arreglar las cosas, tal y como él le acababa de prometer. Pero el menor sabía que era imposible arreglarle, era imposible porque no podían obligar a su padre a cambiar su opinión y él no podía hacer nada contra el hombre.
Sabía que Kota estaría esperando el “luego” que él le había prometido, pero no podía llegar a cumplirlo de ninguna de las maneras.
****
¿Por qué te alejaste de mí?
Hikaru abrió los ojos, lágrimas rodando por sus mejillas.
Se levantó de la cama y, ignorando la inestabilidad de sus pasos, se fue a la cocina y comió lo primero que encontró: el desayuno que su madre le había dejado preparado.
Después se fue al baño, donde guardaban el botiquín, y se tomó una pastilla para el dolor de cabeza. Por primera vez desde que encontró a Kei y Dai-chan, se sintió tentado de coger unas cuantas más, las suficientes para que el dolor de su corazón desapareciera para siempre. Como tantas otras veces antes de conocer a los que habían sido su soporte durante dos años ya, se obligó a quitarse el pensamiento de la cabeza.
Se fue a su habitación y trató de hacer los deberes. El dolor de cabeza ya casi había desaparecido pero el de su corazón seguía igual.
No por primera vez desde que había empezado el curso, los hizo sin concentrarse en lo que hacía, sin siquiera repasarlos para evitar los errores.
Cuando acabó, sin tener nada más que hacer, se fue al salón y encendió la TV. Lo único que buscaba con eso era poner ruido de fondo, algo que le hiciera sentirse un poco menos solo.
Sabía que si llamaba a Kei o Daiki, cualquier de los dos iba a venir con sólo pedírselo, pero no tenía ganas de tener verdadera compañía, y también sabía que, con sólo su presencia como incentivo, acabaría contándoles todo lo que le pasaba por la cabeza y no quería, no podía dejar, que nadie se enterara de algunas de las cosas que tenía en mente durante sus peores momentos.
Se tumbó en el sofá y, mirando el techo, pasó lo que quedaba de día allí, con la tele encendida.
El día siguiente tampoco estuvo muy activo, también lo pasó con el televisor encendido. Aprovechó para limpiar un poco la casa, algo para mantenerse ocupado y no pensar en nada que no fuera lo que hacía.
Cuando faltaban sólo un par de horas para que sus padres volvieran, se encerró en su habitación. Puso su CD favorito a tope en el reproductor e intentó relajarse para poder, tal y como se había propuesto, recibirles con una sonrisa.
No le costó mucho fingirla cuando les saludó.
Le sorprendió notar a su padre más pálido que de costumbre y, aunque sabía que lo que les había hecho pasar a él y a su madre podría llamarse un infierno, no pudo evitar preocuparse. Era su padre, al fin y al cabo.

4 comentaris:

  1. gracias por dedicar el capítulo *-* amé mucho eso!
    uuuy Mari-chan me tienes muy intrigada ;O; necesito más T_T

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  2. kawaiiii!!!!!
    en serio, me encanta este fic

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  3. Relmente me encanto *O*
    es tan genialoso x3
    el yabuhika es muy tierno :3
    parejita facilmente u-u
    y me encanta imaginarmelos chibis *O*
    lamentablemente no se hayan buenos fics de esta parejita facilmente u-u
    necesito la contiii *O*

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  4. ase dias di con tu pagina gracias al blog de yabuhika*,*, y apenas hoy me puse a leer tu fic y me e quedado super intrigada con yHIKA porke pensamientos emos u-u mejor pensamientos arcoiris XD
    esta interesante y tiene intriga
    y de que se palidesio el papa de hika? o.O?
    atte nari_naren
    tu blog no me kiere con lj U-U

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