dilluns, 14 de febrer del 2011

Feliz San Valentín~ - Desafíos (para mí)

NA: Bueno, pues como todas sabéis hoy es San Valentín y llevo una semana escribiendo drabbles para subirlos hoy, por lo que espero que no os aburran ^^ Hay de muuuchas parejas distintas, casi todos son parte de una serie de desafíos que GiGi y yo nos pusimos la una a la otra para pasar el rato una vez terminados los exámenes ¬¬U, pero espero que los leáis igualmente ^^


Título: Mañana
Pareja: OkaDai, InooDai (roto)
Tipo: Drabble (446 palabras)

Keito estaba ordenando los libros que los usuarios de la biblioteca habían usado cuando una melodía le sobresaltó. Se giró sólo para descubrir a un chico cogiendo su teléfono.
Se acercó a él e iba a decirle que no se podía usar el móvil allí pero la conversación parecía importante, así que no se atrevió a interrumpir.
-¿Sí? Ah, Kei-chan, ahora no puedo hablar, estoy en la biblioteca -había empezado el otro, en voz baja-. ¿Es muy urgente? No, de ver-… está bien, cinco minutos. ¿Qué pasa, Kei-chan? ¿Por qué esa vo…? ¿Eh?... -Keito pudo observar como sus ojos se llenaban de lágrimas y se preguntó si lo que le habían dicho era tan triste como para hacerle llorar. Por un instante, sintió unas fuertes ganas de consolar al chico-. Ke-Kei-chan… no puedes hacerme esto… ¿Kei-chan? ¿Kei…?
Se apartó el teléfono del oído y colgó, lágrimas empezando a derramarse por sus mejillas mientras intentaba no mojar el trabajo que lo había traído allí.
Dominado por un impulso, Keito dejó los libros que llevaba en una mesa cercana y se acercó al otro, sacando un pañuelo del bolsillo y ofreciéndoselo tan pronto como llegó a su lado.
El más bajito levantó la vista, sorprendido, y murmuró un suave ‘gracias’ antes de cogerlo y usarlo para enjaguarse las lágrimas. Keito sólo permaneció a su lado hasta que se hubo calmado un poco.
Poco después, el chico le miró e intentó sonreír.
-Lo siento… -murmuró.
Keito sonrió de manera reconfortante y contestó:
-Tranquilo… -alargándole la mano, añadió-: Okamoto Keito, encantado…
-A-Arioka Daiki…
Keito tenía que volver al trabajo, había prometido al encargado que lo ayudaría y aún le quedaban unos cuantos volúmenes por colocar.
Se excusó y se levantó, volviendo a coger los libros que había dejado antes.
Mientras acababa lo que había empezado, Keito no dejó de vigilar a Daiki de reojo, observando como intentaba seguir con lo que hacía antes de recibir la llamada, pero sin lograr concentrarse lo suficiente.
Cuando acabó con la colocación de volúmenes y se hubo despedido del encargado, Keito se acercó a Daiki y se sentó a su lado.
-¿Es muy difícil?
-¿Eh? Ah, ¿el trabajo? No, es sólo que hoy no ha sido el mejor de los días, ¿sabes? -sonrió débilmente el más bajito.
-La biblioteca está a punto de cerrar ya… -le informó.
-¿Qué hora es?
-No muy tarde, aún tenemos tiempo de ir a tomar algo… si aceptas la invitación, claro…
-Encantado -contestó el otro, un pequeño sonrojo empezando a formarse en sus mejillas.
Puede que aquél día hubiera sido nefasto, pero esa sonrisa no presagiaba más que cosas buenas, y un chocolate caliente era siempre un buen principio.


Título: Por ti
Pareja: OkaDai
Tipo: Drabble (446 palabras)

-Keito!
El recién nombrado levantó la cabeza para ver a su novio mirándole desde la ventana que daba al pasadizo y sonrió cuando distinguió el paquete de pocky en su mano.
-Hola, Daiki-kun –le saludó cuando el mayor entró y se sentó en su mesa-. ¿Qué haces aquí?
-El profesor no está... –contestó rápidamente este-... y Hikaru ha intentado robarme mi pocky –añadió con un puchero, llevándose otra porción de su preciado snack a la boca.
Keito rió suavemente ante esa actitud, pobre del que se metiera con Dai-chan cuando intentaba proteger su pocky.
-Deberías volver.
-¿Por qué? Quiero quedarme aquí, contigo...
-Porque cuando llegue el sustituto va a pasar lista y sabrán que no estás ahí.
-Me da igual. ¡Hikaru no va a quitarme el pocky!
-Daiki-kun... Si vas ahora voy a comprarte más luego –dijo Keito, cosa que provocó una reacción instantánea en el mayor.
-¡Vale! ¡Bye~, Keito! ¡Te espero en la salida!


Título: Ichigo-san (Sr. Fresa)
Pareja: InooYama
Tipo: Drabble (273 palabras)

-Kei-chaaan~, cómprame esto, porfaaa…
El recién nombrado miró a su novio, quien le enseñaba un osito de peluche que llevaba una camiseta en la que había un corazón dibujado, y suspiró. Ambos chicos habían ido de compras porque pronto sería san Valentín y ese era el único día que el mayor tenía libre entre la universidad y su trabajo a tiempo parcial.
El menor seguía mirándole con ojitos de cachorrito y, aunque no quería, Kei se vio obligado a intentar negarse, deseaba complacerle pero, en el caso de que lo hiciera, ambos se quedarían sin cenar en el lugar que él había planeado y, después de prepararlo durante tanto tiempo, le parecía un desperdicio no asistir a la reserva que había hecho en el restaurante.
-Ryo-chan… ¿estás seguro que no prefieres esa tacita en forma de fresa?
Ante eso, el menor se giró y dijo, dirigiéndose al peluche al que hasta hacía poco enseñaba orgulloso:
-Lo siento, Ichigo-chan, pero Inoo-kun no quiere que te me lleve a casa… Inoo-kun prefiere regalarme una taza horrible en forma de fresa que no hará más que recordarme a ti, Ichigo-chan… Ya ves que no es el mejor de los novios…
Escuchándole decir eso, Inoo volvió a suspirar y, soltando un leve gemido a modo de queja, murmuró:
-Está bien, está bien… puedes llevarte el oso…
Ryosuke se giró, con los ojos brillantes, y preguntó:
-¿De verdad?
-Sí, de verdad… Vamos a pagarlo antes de que te decidas por nada más…
-Oh~ ¡¡Te quiero, Kei-chan!!
-Sí, sí, anda vamos… Si te das prisa aún tenemos tiempo de tomar un helado antes de ir al parque de atracciones.


Título: Lluvia
Pareja: Morijima
Tipo: Drabble (283 palabras)

Ya no llovía. Los dos pequeños salieron de debajo de los paraguas que sus hermanos sostenían y empezaron a correr entre los charcos, saltando sobre ellos en algunas ocasiones.
Yuto miró a su novio, sonriendo, y dijo:
-Esto les encanta…
-Seguro que a mamá no tanto -le contestó el menor, a la par que ambos cerraban sus paraguas, y la sonrisa de Yuto aumentó.
-¡Nii-chan! -gritaron los dos niños a la vez, y sus hermanos se giraron para mirarles.
-¿Qué habéis encontrado, Raiya? -preguntó el mayor, siguiendo el ejemplo de su novio y caminando hacia los más pequeños, quienes estaban parados delante de un banco.
-Un perrito -contestó el recién nombrado, mientras Shintaro se arrodillaba y empezaba a acariciarlo y ellos llegaban a su lado-. ¿Podemos quedárnoslo?
-Me temo que no -le respondió su hermano, esbozando una sonrisa triste-. Ya sabes que en el piso donde vivimos no se permiten mascotas.
-No creo que a mamá le importe, si se lo pide Shin -se metió Ryutaro-. ¿Te parece bien, enano?
De tan contento como estaba con la perspectiva de quedarse con el perrito, Shintaro ni siquiera se quejó por el apodo y sólo asintió con la cabeza, sonriendo.
Cinco minutos más tarde ya volvían los cuatro a caminar. Los pequeños delante, turnándose para llevar a Chibi (incluso le habían puesto nombre ya al perrito), y sus hermanos detrás, vigilándoles.
Yuto desvió la mirada de su querido hermanito un segundo y miró a Ryutaro, quien estaba absorto en sus pensamientos.
Acercándose un poco más a su novio, el mayor dejó su mano viajar hasta que sus dedos se entrelazaron con los del otro y, sonriendo, volvió a mirar hacia su hermano, sintiéndose completamente feliz.


Título: Chocolate
Pareja: YabuHika
Tipo: Drabble (401 palabras)

Estaba nerviosa, era san Valentín y había logrado terminar el chocolate a tiempo. Ya había pedido a ese chico que la esperara en la azotea durante la hora de la comida (poniendo como excusa que le gustaría ser la manager del equipo de fútbol, ahora que Akako se había cambiado de instituto, y, ya que él era el capitán, quería que le diera algunos consejos), así que ahora ya no podía echarse atrás.
Intentó caminar con normalidad pero los nervios hacían que los músculos no le respondieran bien y lo único que logró fue avanzar a trompicones, con su o-bento en las manos y el paquetito en el bolsillo, hasta la azotea del instituto.
A sus dieciséis años, Hikaru aún no había salido nunca con nadie, por lo que el hecho de estar a solas con el chico que le gustaba conseguía ponerla aún más nerviosa.
Alargó la mano para abrir la puerta y descubrió que toda ella temblaba, pero si no terminaba lo que había empezado Keiko iba a matarla, así que salió al exterior, descubriendo que el chico ya estaba allí.
-Konnichiwa, Yaotome-san -le sonrió él, y Hikaru se sintió enrojecer de pies a cabeza.
-Ko-konnichiwa Yabu-kun…
El rato que estuvieron comiendo, lo aprovecharon para hablar de lo que tendría que hacer Hikaru para el equipo, cosa que le permitió a ella apreciar hasta qué punto el chico amaba ese deporte.
Incluso intercambiaron los números de móvil en caso que hubiera alguna duda respecto a hablar con el profesor que llevaba el equipo.
Casi una hora más tarde, el chico se levantó y, ante la mirada extrañada de ella, le enseñó la hora, quedaban menos de diez minutos para que las clases volvieran a empezar y ella aún no le había dado lo que la había traído allí.
Yabu se despidió y Hikaru se quedó quieta, con el paquetito en sus manos.
-Ya-yabu-kun… -dijo ella, justo antes de que el chico abriera la puerta.
Él se giró y le miró, sonriendo.
Hikaru se sonrojó y, bajando la cabeza, le acercó el paquete con ambas manos, mirando al chico por entre sus cabellos.
Él le devolvió la mirada, sorprendido, pero, lentamente, cogió el paquete.
Hikaru se apresuró a recoger sus cosas y se marchó casi corriendo, pero Yabu la detuvo llamándola.
-Yaotome-san -la chica se detuvo, esperando que continuara, pero no se giró-. Nos vemos esta tarde en el entreno.


Título: Trabajo
Pareja: ninguna… relación médico-paciente Yabutaro
Tipo: Drabble (209 palabras)

Cada vez llegan más jóvenes…
El doctor Yabu Kota suspiró a la par que analizaba a su nuevo paciente, Morimoto Ryutaro, no aparentaba tener más de doce o trece años. Miró el informe, once, cada vez llegaban más jóvenes.
Hacía tres años que era psicólogo de menores y, de esos tres, no había habido uno en el que su número de pacientes no aumentara, es más, los casos cada vez eran peores. El mundo se estaba convirtiendo en un zoo, y los peores animales vagaban libres.
Y ahora le tocaba a él arreglar el lío provocado por los padres para que, dentro de diez años, las cosas no fueran aún peor.
A Morimoto-kun en concreto le habían violado unos borrachos hacía cerca de tres semanas, y sus padres le habían contratado para que su hijo volviera a ser ‘normal’. En casos como este, Yabu no esperaba que el chico se abriera inmediatamente, demasiadas cosas en su cabeza y demasiada presión externa como para confiar en el primer extraño que dice querer ayudarte.
Primero, las presentaciones, y después ya vendría lo demás. El Dr. Yabu estaba ya acostumbrado al procedimiento habitual.
Volvió a dirigir sus ojos hacia el menor, resignándose ante la perspectiva de otro día duro de trabajo.


Título: Fairytale
Pareja: YabuHika, Hikataro (hermanos)
Tipo: Drabble (270 palabras)

Los cuentos de hadas no existen, nunca lo han hecho y nunca lo harán. ¿Lo sabíais? Yo no. Lo descubrí gracias a mi hermano, su historia empezó como uno.

Era cerca de principios de primavera cuando le conoció.
Mi hermano volvió a la habitación mohosa a la que llamamos nuestro hogar con una sonrisa en los labios y un CD que es imposible que nos podamos permitir en las manos. Alguien había roto uno en la tienda en la que él trabaja, había pagado dos de nuevos más el roto y le había regalado uno, por las molestias ocasionadas.
Mi hermano pasó las dos siguientes semanas pensando en aquel chico, hasta que él volvió a la tienda y le invitó a tomar algo.
A partir de entonces, su relación escaló y el amor que poco a poco se había apoderado del corazón de mi hermano empezó a transformarse, muy lentamente, en celos, sustituyendo el cariño que antaño sentía por mí.
Dos meses después de conocerle, ese chico le contó a nii-chan que estaba prometido y le obligaban a casarse. La mezcla de sentimientos que anidaban en su corazón explotó en rabia, que se fue enfriando en pena y acabó en depresión. Mi hermano dejó de comer.
Hace tres días lo ingresaron en el hospital y, aunque se va a poner bien, la factura de la clínica nos va a atrapar a los dos en otro vórtice de hambre y frío, como hicieron mis libros escolares, durante más tiempo del que él habrá necesitado para recuperarse.

Con el alma rota y el corazón hecho pedazos, ¿dónde está el final de cuento?


Título: Recuerdos
Pareja: Chiitaro, DaiRyu y Daichii
Tipo: Drabble (222 palabras)

Ryutaro soltó una queja a la vez que hacía una mueca para comprobar hasta qué punto afectaban los golpes recibidos al movimiento de sus músculos.
Esa era la tercera pelea en lo que llevaban de semana, y sólo estaban a martes.
Él no había sido siempre así, si sus abuelos siguieran vivos podríais preguntárselo, por cuando perdió a la poca familia que le quedaba y, más tarde, a la persona a la que más quería, su Yuri, había empezado a buscar problemas intentando evadirse de la realidad que respiraba en el orfanato a diario.
Su línea de pensamiento quedó interrumpida cuando un objeto frío contactó con la piel de su sien.
Girando la cabeza descubrió al hermano de su novio mirándole y alargándole una lata de refresco.
Normalmente intentaba no acercarse mucho a él, le recordaba todo lo que su Yuri podría haber sido y nunca llegaría a ser, pero las veces que había hablado con el mayor, el resultado no había sido tan malo, así que aceptó la lata y murmuró:
-Gracias, Daiki-kun.
-De nada -contestó el otro, sentándose a su lado en el banco.
Pensar en alguien que no volverá puede no ser la mejor manera de pasar el tiempo, pero así fue como los dos chicos gastaron su tarde, recordando a una persona a quien los dos querían demasiado.


Título: Una Sola Noche
Pareja: Arijima, Yamajima, Raiya x Yamada
Tipo: Drabble (340 palabras)

-Disculpa… ¿podrías llevarme, por favor? -con esa frase empezó todo.
Yuto estaba a punto de arrancar el coche cuando alguien se la hizo y él, tan bueno como era, no pudo hacer más que decirle que sí a esa persona.
Llevaba un hoodie y una falda que le llegaba hasta las rodillas y, en un primer momento, Yuto creyó que era una chica, pero, cuando esa persona subió al coche, se dio cuenta de que era un chico y se preguntó cómo podía un muchacho parecer tanto una mujer.
-¿Dónde le llevo? -preguntó Yuto, pensando por primera vez en lo absurdo de la situación: su hermano se casaba el día siguiente con el amor de su vida y aquí estaba él, perdido en un barrio de mala muerte de noche y con un desconocido en su coche.
-Donde vayas está bien -contestó el otro antes de añadir-: ¿Dónde vas?
-Al centro.
-Perfecto.
Yuto arrancó el coche y lo dirigió hacia el centro de la ciudad. Tenían, al menos, por un cuarto de hora.
Siendo incapaz de estar callado, Yuto le preguntó por qué iba vestido así, y el otro le contestó que le habían atracado y había tenido que pedir ropa a la propietaria del Love Hotel donde se había despertado.
En el poco tiempo que tenían, Yuto le contó que la persona a quien más quería iba a casarse con su hermano el día siguiente y ambos disfrutaron viendo que no eran los únicos con un asco de vida.
El trayecto se les hizo corto y, cuando llegaron al centro, Yuto ya casi había olvidado el dolor apagado en su pecho.
Yuto paró el coche y el otro bajó del coche, dándole las gracias por haberlo traído hasta ahí.
Antes de que el más bajito pudiera desaparecer entre la gente, Yuto le llamó:
-¡Espera!
El chico se giró y le sonrió, esperando que continuara.
-¿Cómo te llamas?
Su sonrisa creció a la par que contestaba:
-¡Arioka Daiki!
Arioka Daiki… ese día tampoco había ido tan mal después de todo…

1 comentari:

  1. Sinceramente, no se como comentarte aquí...
    Me han encantado todos, pero los que mas me han gustado han sido "Ichigo-san (Sr. Fresa)" y "Una Sola Noche", aunque todos están bien.

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