dimecres, 1 de desembre del 2010

Sus estupideces

Título: Sus estupideces
Autora: Mari-chan (kaitovsheiji)
Pareja: YabuHika
Género: Romance
Tipo: One-shot
Palabras: 814
Sumario: Porque Yabu cuando no duerme hace tonterías y Hikaru las encuentra demasiado dulces y… tontas.
NA: Da igual, lo subo ahora ^^ (en Japón ya es día 2 igualmente)... Mañana seguro que subiré un par de drabbles que tengo escritos por ahí... ^^


Una melodía empezó a oírse dentro de la habitación, despertando casi de golpe al chico que dormía tranquilamente en la cama que allí había.
-Pero, ¿quién…?
Al ver el ID de quien estaba llamando, masculló un casi incomprensible “¿Quién le mandaba llamar a estas horas…?” y descolgó el teléfono a regañadientes.
-¡¿Acaso no sabes qué hora es?!
-Hola, Hikaru, yo también me alegro de hablar contigo -le contestó el otro, en tono irónico, para después responderle a la pregunta con un-: La una y media, ¿verdad?
El menor miró el reloj de su mesita y lo confirmó:
-¡¡Exacto!! ¡Me despertaste, Kota!
-Lo siento -y por su manera de decirlo, Hikaru podría haber jurado que estaba sonriendo, esa sonrisa que hacía que sus ojos desaparecieran y que el corazón del menor latiera desacompasadamente.
Sonrojado por el pensamiento que acababa de tener (la verdad, ¿en qué *** estaba pensando?), el chico farfulló:
-Da igual… ¿qué querías?
Por unos instantes pudo oír unas suaves carcajadas en la otra punta de la línea, sus defensas se prepararon para la tontería que seguro iba a decir su novio, ¿qué motivo podía tener para despertarle a la una y media de la madrugada? Él que estaba durmiendo tan tranquilo…
-Quería ser el primero de todos… Felicidades en tu cumpleaños número 20, Hika~
-Realmente necesitas dormir, Kota… ¿A quién se le ocurren esas tonterías?
-¡A mí! -le contestó el mayor con lo que seguro sería una sonrisa orgullosa en los labios (hacía tanto que se conocían que Hikaru incluso podía adivinar qué era lo más probable que dijera el otro después) y acto seguido rió y añadió-: ¿A que soy original?
El menor suspiró y le contestó al otro, intentando aguantarse la risa que las acciones de su novio le provocaban:
-Siento informarte de eso, Kota, pero esa idea ha sido utilizada, con seguridad, más de cien veces antes que tu lo hicieras… y con más puntualidad, por cierto.
Al decir eso, Hikaru casi pudo sentir al otro haciendo pucheritos, pero cuando le contestó, parecía volver a sonreír orgulloso.
-Jeje, seguro que sí, pero ¿a que soy el primero en presentarse en tu casa de esta manera?
-¿Estás aquí? -preguntó el menor, sorprendido, no pensaba que el otro fuera a ir expresamente. Se apresuró a mirar por la ventana y comprobar que sus palabras fueran ciertas.
-Claro -dijo mientras levantaba la mano para saludarle.
-Realmente eres idiota… vas a resfriarte…
-Quería ser el primero en felicitarte…
-¡Eso ya lo has dicho! Espera ahí, ahora voy a abrirte.
Poco después, ambos adultos (porque ahora ambos eran adultos, por fin) entraban en la habitación del menor y Hikaru, después de indicarle que se sentara, le dijo al mayor:
-¿En qué estabas pensando? Podrías haberte resfriado con este frío…
El aludido sonrió, y dando unos golpecitos en la cama a su lado, invitó a su novio a sentarse con él.
-Quería felicitarte antes de olvidarme de ello…
-En verdad no tienes remedio, Kota… -el menor suspiró otra vez, iba a añadir algo referente al mayor por haberle despertado pero este lo interrumpió con un suave beso en los labios.
Cuando se separaron, después de un par de segundos, las mejillas de Hikaru había adoptado ese toque carmesí característico que a Yabu tanto le gustaba y el primero le dio un suave golpe en el pecho a su novio ‘por ser tan idiota’. El mayor le sonrió y, como si acabase de acordarse, exclamó:
-¡Ah! ¡Me olvidaba! -y, sacando un paquete de debajo de su chaqueta, agregó-: Toma, tu regalo…
Mirando el paquete, Hikaru sonrió también y se apresuró a abrirlo.
Después de ver qué contenía el envoltorio, sus ojos se abrieron de golpe y no tardó nada en abrazar a su novio con un dulce ‘te amo’ escapando de sus labios involuntariamente.
El mayor le devolvió el abrazo, susurrando un ‘lo sé’ en su oído y sonrió aún más.

La mañana siguiente, cuando la madre de Hikaru fue a despertarle, le encontró abrazado a quien ya era casi como otro de sus hijos y sonrió, antes de desaparecer de nuevo rumbo a la cocina, pensando en dejarlos descansar un rato más.
Una fotografía descansaba sobre la mesita de noche de Hikaru, en ella se podían ver a Kota sonriendo y pasándole un brazo por encima de los hombros al menor, que intentaba que Chinen y Ryutaro dejaran de pelearse por cualquier tontería y, con la ayuda de Inoo, que los demás salieran bien en la foto, pese a estar rodeados de hojas y el viento despeinándolos todo el rato. Una inscripción, escrita en permanente plateado, podía ser leída con claridad en una de las esquinas de la fotografía: ‘Aishiteru, Kota
Si cualquiera hubiera sacado la foto del marco en el que se encontraba, habría podido ver las firmas de todos los miembros del grupo y un gran ‘Te queremos, Hikaru’ escrito detrás de ella.

3 comentaris:

  1. >////<
    aayy ke bonito
    Kota tan....
    lindo n//n

    y verdad Hika-chan ahora ya es todo un adulto
    y muy emotivo el final me encanto

    n_n ^-^

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  2. kyaaa k lindoo me enkantooo

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