divendres, 20 de juliol del 2012

スケアクロウ

Título: El espantapájaros (スケアクロウ)
Protagonistas: Kame y Yuto
Género: UA, Amistad(?)
Tipo: One-shot
Palabras: 1.294
Sumario: Estas son las aventuras de un niño a quien le encanta mirar las nubes y de un espantapájaros con complejo de Pinocho.
NA: Aunque por el sumario no lo parezca (y puede que por la historia tampoco), este fic estaba pensado para ser uno triste...
NA2: Muy inspirado en el solo de Ryo-chan - Scarecrow
NA3: Este fic es para Aru-chan!! Aunque no creo que esto fuera lo que tuvieras en mente cuando escribiste Kame x Nakajima en tu blog, espero que te guste igualmente :)

Casi era otoño cuando lo vi por primera vez.
Mi amo acababa de crearme y su mujer vino a verlo con su comida en una mano y el hijo recién nacido de ambos en el otro brazo. El niño dormía, pero su carita despertó un sentimiento de ternura en mi interior. Algo que se suponía que yo no podía sentir.
Tan pronto aprendió a caminar, ese niño empezó a visitarme a diario, aprovechando el tiempo que su madre le dejaba jugar fuera para estar junto a su padre en el campo. Yo solía pensar que quería pasar tiempo conmigo, y me aferraba a esa posibilidad para poder seguir con mi monótona vida.
Muchas veces se sentaba a mi lado, mientras su padre trabajaba en el campo y a mí me gustaba imaginar que miraba pasar las nubes y los pájaros conmigo. Pero mi ilusión se desvanecía cuando empezaba a llover o a hacer viento y mi amo lo mandaba dentro de casa o, simplemente, cuando me daba cuenta que él miraba hacia el otro lado, a su progenitor.
Recuerdo demasiado bien la ocasión en que me habló por primera vez. Aún me duele escucharlo, aunque sea sólo para mis adentros.
Era la primera vez que me sentía raro, había algo en mi pecho que me daba cosquillas pero no sabía qué era. Mi amo vio algo y se acercó a examinarme más de cerca, murmuró algo parecido a ‘malditos bichos’ y se dirigió a la casa refunfuñando.
Un par de horas más tarde, volvió con un pote lleno de insecticida y un montón de tela que luego descubrí que era ropa vieja. Fumigó mi abdomen y me envolvió en esas camisas y monos que había llevado. ‘Así estarás más protegido contra esas alimañas’ me dijo.
Cuando él se fue, el niño apareció frente a mí y me miró con mala cara. No sé si realmente estaban allí pero me pareció ver lágrimas en sus ojos. Me sentí fatal, mucho peor que cuando me había dado cuenta de que lo que tenía en mi interior eran insectos y los había sentido correr por dentro de mí. Pero me di cuenta que la cosa aún podía empeorar cuando él pronunció esas dos palabras, dos palabras que llegaron hasta lo profundo de mi ser, más hondo aún que esos gusanos y que empezaron a roerme por dentro sin pausa alguna.
‘Te odio’
No fue hasta años más tarde que el niño volvió, entonces ya casi convertido en un adolescente.
‘Mamá ha muerto’ dijo. Y yo pude ver el dolor escrito en sus ojos.
Quería ayudarle, decirle algo, hacer cualquier cosa que pudiera consolarle, pero no podía moverme, así que simplemente me quedé allí mirándole, esperando, deseando, que mi presencia allí, aunque casi desconocida para él, le sirviera de algo.
Él se sentó donde solía hacerlo cuando era más pequeño y miró donde yo solía mirar cuando él se sentaba allí y, por primera vez, miró las nubes conmigo.
A partir de entonces él empezó a venir cada día a verme, a hablar conmigo todo lo que no podía decir a nadie más, lo que no podía contarles a los amigos que ya no tenía. Me acostumbré a tenerlo a mi lado tan pronto sus clases terminaban y hasta que el sol desaparecía detrás de las montañas. Asumí que las cosas seguirían así para siempre sin siquiera pensar que el fin de sus días en la escuela media se acercaba y que pronto tendría que buscar un instituto donde ir, fuera del pueblo donde vivíamos. 
Fue en estos días cuando estuvimos más unidos, él se sentaba a m lado y miraba hacia donde mi vista estaba fijada desde siempre. Lo más corriente era que comentara las formas de las nubes o el comportamiento de los pájaros y, en las contadas veces en las que venía de noche, las constelaciones que su padre le había enseñado cuando era más pequeño.
Había otras ocasiones en las que su monólogo era más profundo, ocasiones en las que me hablaba de lo que le había pasado durante el día, de sus deseos y miedos o de como se había sentido cuando tal persona había hecho o dicho tal cosa. Le llevó tiempo pero incluso llegó a hablarme de los sentimientos que le embargaron cuando su madre murió. En esos momentos, utilizaba un nombre que él mismo me había puesto. Kazuya-kun me llamaba.
Recuerdo el día de invierno en el que me dijo que pronto no podría venir a verme cada día. Le faltaba poco para hacer sus exámenes de entrada al instituto y cada día traía los libros para estudiar junto a mí. A mí no me importaba, pero me sentía orgulloso cada vez que conseguía resolver algún ejercicio que no le había salido con anterioridad, me encantaba verlo superarse a sí mismo, mejorar cada día más y convertirse en un hombre, cosa que yo jamás podría ser.
Antes de irse a Tokyo vino a despedirse. Llovía suavemente y su padre le esperaba con el coche en marcha. Me acuerdo de que llevaba su antiguo uniforme, me contó que era para despedirse de él a la vez que lo hacía de mí. Me dio las gracias por haber estado allí para él, aunque no él estaba seguro de que yo realmente estuviera allí, y, como muestra de agradecimiento y amistad me regaló una bufanda del color de las flores que nacían a mis pies en verano.
Por aquél entonces venía a vernos cada vez que tenía vacaciones o un fin de semana largo para descansar y volvía a sentarse a mi lado y a mirar pasar los aviones y pájaros. Doce estaciones más tarde se graduó y encontró trabajo, volviendo a hacer que me sintiera orgulloso. Cada vez estaba más ocupado y las veces que venía, se le veía cansado. Ya no hablaba conmigo, era demasiado mayor para entretenerse a perder el tiempo con alguien que no pudiera contestarle, pero los momentos en los que le tenía sentado a mi lado eran aún los que más esperaba.
Gradualmente dejó de venir y hace más de siete estaciones que no le veo, desde que ingresaron a su padre en el hospital. El viento, la lluvia y el sol han hecho perder el color a la bufanda que me dio, pero yo siempre estaré aquí para recordarle quien es, quien era y quien quería ser, si llega el día en el que no puede reconocerse.

ôôÔôô

Nakajima Yuto baja del coche que lleva conduciendo desde Tokyo. Ha tenido que tomarse unos días libres para poder realizar lo que tiene intención de hacer, pero después del incidente que casi dejó sin vida a su padre, sentía que tenía que volver a casa y recordar por qué estaba haciendo lo que hacía, qué le daba significado a su vida tras la muerte de su madre.
Hace calor y tiene que desabrocharse los primeros botones del polo para poder respirar tranquilamente pese al aire que inunda el campo. Con pasos seguros se dirige al lugar donde tanto tiempo pasó cuando era aún un niño y busca con la mirada aquello que tanto necesita ver. No pasa mucho hasta que lo encuentra y aunque no es tal y como lo recuerda, sus ropas se han descolorido y más de una alimaña se ha ensañado con sus extremidades, consigue que olvide ese sentimiento de nostalgia que lo había ahogado desde que su padre entró en el hospital.
Sonríe y, aunque ya es mayor para hablar con un amigo imaginario o, en su caso, una figura inanimada, pronuncia en voz alta las palabras que lleva dedicándole mentalmente desde hace más de dos semanas.
- Kazuya-kun –le dice-. Aunque me fuera y no volviera a verte… siempre fuiste mi mejor amigo.

7 comentaris:

  1. Uaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! (-^-)
    Que duilceeeeeeeeeeeeee¡¡¡¡ Yuto-kun nunca se olvido de el¡¡¡
    Dios mio¡¡ me encantoo¡¡Estoy en drogui total(?¿)
    Fue tan hermoso¡¡¡ me dio pena de kame pork ahora va a estar abandonado pero...En el interior yuto siempre va a estar con el¡¡¡
    Kame de espantapajaros..(?¿) jajaj me parti de risa xDD !!!
    Y el padre es un .@¬#€¬€@
    ¿Como se atreve a meterlo los piojos a mi kame-chan?¿¡¡ Malditooo¡¡¡
    Pero fue hermoso¡¡¡me has dejado sentimental!!
    Lo ame¡¡ grasias por subirlo >//////<

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    1. Gracias <3
      Me alegro de que te guste, pensaba que era demasiado raro para nadie :P

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  2. QUE BONITO!!!!!!!!!!!
    Bonito, dulce, precioso... Me encantó, demasiado *////*
    Pobre Kame, me da lastimita pero en serio, fue hermoso (<---- ha llorado con el final)

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    1. Mabel~ <3
      ¿De verdad has llorado? O.o ----> Te quiero demasiado!! <3

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    2. Siiiii, lloré, en serio, con el final, me entró una especie de sentimiento que me hizo llorar ;____; Y eso solo lo conseguís Arumi y tu, no preguntes porque, pero es asi :'D

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  3. me hiciste llorar!!! está muy tristemente bello, me encantó mari-chan!!! y esa canción de ryo es hermosa !!!

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    1. Aww... Gracias ;o;
      ¿Verdad? Es genial, se me enganchó cuando la oí por primera vez y TENÍA que escribir algo así!

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